Ajuste a la discapacidad visual. Las habilidades sociales en los niños y niñas, la asertividad.

nino-nina-ayuda-ciego-amigo-cruzar-carreteraEn este artículo queremos reflejar la importancia de las habilidades sociales y los procesos comunicativos en nuestro alumnado, muy importante especialmente cuando concurre una diversidad funcional. La asertividad es una habilidad social que debemos mostrar y enseñar desde las primeras etapas educativas. Es un recurso clave para el bienestar socioemocional de los niños y niñas. Es la base de una buena autoestima, nos ayuda a establecer relaciones sociales saludables y armoniosas y ayudan a reducir nuestros miedos, propiciando una comunicación buena y positiva con los demás. ¿Pero cómo definimos la asertividad y más en niños con diversidad funcional?:

La asertividad consiste en la habilidad para comunicarnos y relacionarnos desde el respeto propio y ajeno, autoafirmando nuestros propios derechos. Es decir, se trata de saber relacionarnos respetando a los demás y respetándonos a nosotros mismos. Esto es básico para que el niño sepa responder ante situaciones donde por su discapacidad se encuentre en desventaja con respecto a su grupo, al mismo tiempo que le sirve como herramienta de crecimiento personal.

Por todo ello se derivan unas capacidades que posee todo niño asertivo:

Sabe decir no o mostrar su postura hacia algo.
Sabe realizar peticiones.
Se autoafirma.
Resuelve conflictos de forma que se respeten todas las partes.
Reacciona con autoestima ante críticas.
Emite críticas de manera respetuosa.
Negocia acuerdos.
Sabe expresar sentimientos.

 

Nadie nace con un adecuado nivel de autoestima ni asertividad, pero son habilidades que en cualquier momento se pueden aprender. En la medida que un docente sea capaz de incorporar este recurso en su día a día, servirá también como aprendizaje para su alumnado, que interiorizará que, para comunicarse con adultos e iguales, deben hacerlo desde el respeto a mismo y a los demás, incluso en las situaciones más estresantes o de enfado.

Para aprender a funcionar (pensar, sentir y comportarse) de forma asertiva hay que desarrollar unas estrategias internas (disminución de ansiedad, automensajes) y unas estrategias externas (conducta).


Aquí van una serie de estrategias que podemos desarrollar en clase para potenciar la asertividad en nuestros alumnos.

1. Ser un buen ejemplo de asertividad en nuestra intervención con ellos
2. Propiciar un buen ambiente de comunicación
3. Darle herramientas para expresarse con respeto

4.   Enseñarle a negociar y a ceder
5.   Enseñarle a decir que «no»
6.   Potenciar su autoestima.

7.   Desarrollar su empatía

 

Recursos para trabajar la asertividad en clase con el grupo:

CUENTOS:

Portada del libro “Si yo tuviera una púa”1. «Si yo tuviera una púa», Eva Clemente y Teresa Arias, ed. Emonautas (+5 años): El erizo protagonista quiere hacer amigos y teme no agradar a los demás si no hace todo lo que le dicen, incluso cuando eso es perjudicial para él. Eso le llevará a consecuencia desagradables, pero también a aprender a decir «no» sin remordimientos ni culpabilidad.

Portada libro "Nuna sabe leer la mente",

2. «Nuna sabe leer la mente», Orit Gidali y Aya Gordon-Noy, ed. Birabiro (+3-4 años): Cuento para prevenir bullying o acoso escolar.

Portada libro Monstruo Pequeño dice ¡No!


3.
«Monstruo pequeño dice ¡No!», Áslaug Jónsdóttir, Rakel Helmsdal y Kall Güetter, ed. Sushi Books (+3 años): Una historia sobre la amistad, cómo relacionarse y no dejar que abusen de uno.

 


Portada libro "Aprende a decir que no"

4. «Aprende a decir que no», Nireia Canals y Sandra Aguilar, ed. Salvatella (+3 años): Javi deberá aprender a decir que «no» a sus amigos y compañeros de colegio si quiere sentirse bien consigo mismo y respetar sus valores e intereses. No será fácil pero merecerá la pena.

 


Portada libro “Señor Sí”5. “Señor Sí” (Carmen Gil y Miguel Cerro) (+5 años): El señor Sí podía hacer un montón de cosas diferentes y divertidas, pero lo que nunca había aprendido era a decir no. ¿Y usted, querido lector, responde con un sí cuando, con honestidad y amabilidad, hubiese querido decir no?  Una divertida historia para todas las edades, sobre la importancia de la comunicación y la asertividad. A partir de 5 años.

PELÍCULAS:

Existen algunos títulos recomendables, aunque son conceptos que se trabajan cada vez más en las películas infantiles y juveniles, ya que se va reconociendo su importancia en la formación integral del alumno.

Como entrenar a tu dragón (2010). La historia gira en torno a un vikingo adolescente llamado Hipo (JAY BARUCHEL), que vive en Isla Mema, en donde combatir a los dragones es el modo de vida habitual.
 
El gigante de hierro (1999). Trata sobre un niño llamado Hogarth Hughes que descubre y entabla amistad con un robot gigante que ha caído del espacio
 
Wall-E (2008) En la película nos presenta cómo podría quedar el planeta si no hacemos nada por este. Si seguimos como lo hacemos, podríamos llevarlo a su destrucción.
 
Inside out (del revés) (2015) La película de Pixar narra la historia de Riley y sus emociones. … En esta “sala de control” se encuentran sus 6 emociones básicas, emociones que controlan la vida de Raily: Asco, Miedo, Alegría, Tristeza e Ira.

 

Actividades para  trabajar en casa de forma fácil y que permitirán desarrollar la asertividad y la IE en familia.

Aquí van cinco actividades que podemos aportar a las familias para que trabajen la asertividad y siembren una adecuada dinámica de inteligencia emocional en el grupo.

1. El buzón de sentimientos: Ayudará al niño a expresar sus sentimientos de forma adecuada. ¿Y si ponemos un buzón de sentimientos en casa dónde expresemos cómo nos ha hecho sentir una situación? En el fin de semana podemos leer todos los mensajes, y así nuestro hijo podrá entender cómo les hizo sentir esa situación en concreto. Por ejemplo: ‘Yo me sentí mal cuando mi hermano no me dejo jugar con sus amigos’. En caso de que no pueda escribirlo, puede dibujarlo. El objetivo es que todos empecemos diciendo: Yo me sentí…. Cuando….

2. Cinco minutos buenos o malos: La familia se reúne un ratito cada día para hablar todos de cómo les ha ido el día: Deben destacar algo que les haya gustado y otra que no en absoluto. El único requisito será mirarse a los ojos.

3. El cuento encadenado: Potencia la resolución pacífica de conflictos. Para jugar, escribe tus propios cuentos donde entre todos penséis en formas de resolver conflictos, el único requisito será que el protagonista enfrente los problemas de forma no violenta.  Para conseguir que fluya mejor la imaginación prueba con iniciar tú el cuento: ‘Aquel lunes por la mañana, Bruno no quería ir al cole. Tenía mucho miedo de Germán porque…’ Será un cuento encadenado dónde todos darán forma a esos personajes y sus problemas.

4. El debate: Plantea una cuestión en la que todos tengamos que ponernos de acuerdo. Las reglas serán escuchar todos los puntos de vista, respetar el turno de los demás y hablar sin herir al resto.  El juego puede ser proponiéndoles cosas. Por ejemplo: ‘¿Qué 3 cosas salvarían si la casa ardiera?’ ‘¿Qué Superpoder escogerías?’ Una vez planteada la pregunta, dales una lista con diferentes cosas que deban elegir. En el caso de la casa podrías poner su juguete favorito, Tablet, fotos, televisión…. Haz una lista de 10 cosas, que escojan 3 cada uno y luego todos deberéis llegar a un acuerdo como familia. Si quieres añadir dificultad, prueba con dar a cada uno un estilo (asertivo, pasivo y agresivo) y durante todo el debate tengan que actuar según el estilo que les haya tocado. O si quieres ser aún más práctica, prueba a hacerlo con cosas que debamos elegir todos: dónde nos vamos de viaje, escoger el menú de la semana….

5. Me pongo en tu lugar: Esta dinámica tiene como objetivo trabajar la empatía en familia. Se trata de un juego sencillo pero que puede ayudarnos a ponernos en los zapatos de los demás. Escribimos los nombres de cada uno de los miembros de la familia en un papel y los colocamos en una urna. A continuación, cada uno coge un papel sin decírselo a los demás, el sujeto ha de convertirse en el miembro de la familia que le ha tocado, y para ello puede vestirse como él o ella, actuar como tal y explicar cómo se siente. Es un juego muy divertido y sencillo que además de ayudarnos a entendernos unos a otros, nos ayuda a comprender cómo nos ven los demás miembros de la familia.

La asertividad y la inteligencia emocional es un continuo que debemos trabajar como hemos visto en la familia, el centro escolar y en los diferentes ámbitos donde se desarrolle el niño/a, ya que se nutre de experiencias vivenciales y le aportará una base que le permitirá un mejor desarrollo integral no solo como alumno, sino como persona, sobre todo cuando tiene que afianzar unas buenas habilidades sociales y adecuado ajuste a su discapacidad visual.

 

Milesio Ruiz Corraliza.
Maestro Equipo Específico de Atención al Alumnado con Discapacidad Visual de Málaga.

 

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