Cristina Murcia Estrada
Nuestro último día en Leipzig me ha servido para reflexionar mucho sobre esta experiencia. Por la mañana, pude dar un largo paseo por el parque Clara Zetki
n y ver muchos de sus estanques, lagos y, por supuesto, pasear por la orilla del río Elster (Elsterflutbett). El paisaje otoñal era precioso. Después, quedé con Jenny para hacer algunas compras juntas y comer. Por fin, ¡pude probar una auténtica Bratwurst alemana!
Por la tarde, estuvimos en una cafetería donde comimos un dulce muy típico de Leipzig, el «Leipziger Lerche», un pastel tradicional relleno de una pasta de almendras y ron. ¡Muy rico! Y, más tarde, 
para terminar el día, fuimos a casa de Jenny a cenar unas pizzas mientras charlábamos… ¡no queríamos despedirnos!
Allí, estuvimos hablando de cómo había resultado la experiencia para las dos y, ahora, me gustaría compartirlo con vosotros/as. Hace unos días, Carla dijo una frase que me hizo pensar: «That’s the point of Erasmus: doing things together» (algo así como «este es el sentido del Erasmus: hacer cosas juntos»). Y me encantó su reflex
ión. En estos días, me he dado cuenta de que esto es lo más importante del programa: conocer gente, hacer cosas juntos, intercambiar experiencias, aprender de otros países, abrir nuestra mente a otras culturas. Esto es algo que yo defiendo en mi vida, así que gracias al Programa Erasmus, podemos hacerlo con todas las garantías.
Mis aventuras como profesora Erasmus no podrían haber empezado mejor. Ha sido un viaje lleno de primeras veces y siento que me llevo mucho de este país y del Immanuel-Kant Gymnasium (yo también espero haberles aportado cosas buenas a ellos).
Gracias a la ciudad de la música, la ciudad de los héroes… y otras mil formas de llamar a Leipzig.
Danke schön! 🇩🇪
