Domingo, 5 de mayo de 2024
Luisa María García Velasco
Ciao!!
El ITT Marco Polo, en Florencia, nos brinda una oportunidad verdaderamente única de aprender sobre sus estrategias en cuanto a enseñanza de idiomas y sobre otros muchos aspectos sobre los que intercambiaremos información durante estos días.
Esta semana voy a visitar este centro en movilidad de Aprendizaje por Observación (Job Shadowing). Tendré la oportunidad de asistir a muchas de sus clases de idiomas y a otras de materias impartidas en lengua extranjera (bilingüismo), gracias a Ilaria Foresti, la profesora que me recibirá y se encargará de gestionar mis actividades, y a Elena Radicchi, la coordinadora Erasmus+ del centro. Grazie mille!
Las actividades se desarrollarán de lunes a viernes, así que el día de hoy lo he invertido únicamente en viajar hasta allí. Salí de Málaga esta madrugada. Ya sabéis el proceso: facturación, control de equipajes, embarque… Todo iba como la seda hasta que me preguntan: “¿lleva usted alguna batería portátil en la maleta?” 😰 Sí que la llevaba, sí. Pensaba que no podía incluirla en la mochila en cabina. Pues es JUSTO AL REVÉS. Y yo que cruzaba los dedos para no tener que abrir maletas esta vez…
Resuelto el incidente, al menos todo lo demás ha fluido sin problemas y el avión ha salido casi a su hora. Tengo que confesar que no he disfrutado de las vistas (tenía asiento en ventanilla) porque me he dormido nada más despegar, ay. Apenas había pegado ojo pensando que tenía que estar a tiempo en el aeropuerto. Una foto solo tengo, ¿a que es bonita?😊
No volaba hasta Florencia, por cierto. El vuelo directo de Málaga a Florencia era demasiado caro, y como sabéis Erasmus+ tiene unas cantidades concretas asignadas para cada movilidad. Buscamos otras alternativas y encontramos una opción de precio razonable desde Málaga hasta Roma. Desde allí hay buenas conexiones en tren a Florencia.
Así que hoy he llegado a Roma, al aeropuerto Fuimicino, sobre las diez de la mañana, y he mirado opciones de transfer hasta la ciudad (hay algo más de media hora). Resulta que hay un tren directo desde el mismo aeropuerto hasta una de las estaciones de tren más importantes, la estación Termini: el tren express Leonardo.
He podido comprar los billetes en el mismo aeropuerto ¡y he llegado justo cinco minutos antes de que saliera el siguiente! Todo un logro… porque la señora que me ha vendido los billetes me ha dicho que había huelga de trenes y no sabía cuándo habría otro disponible. Para enterarme de todo eso he preguntado al personal en el mismo aeropuerto. (Por cierto: no he encontrado a nadie que hablara español. En cambio inglés… sin problemas. Chic@s… ¡a ponerse las pilas! El inglés te abre las puertas al mundo. 😉).
El tren llega a la estación Termini, en Roma. Allí mismo es posible dejar el equipaje en depósito durante unas horas, por un precio concreto según las maletas que lleves y las horas que necesites dejarlas. Pero merece la pena, porque el tren a Florencia no salía hasta casi las ocho de la tarde. Quería aprovechar las horas en la ciudad para conocer, al menos, algunos de los lugares emblemáticos de Roma. Pero antes de todo eso, en la misma estación es posible desayunar. ¿Quién podría resistirse a un capuchino y unos dulces?
Una vez que repuse fuerzas, descubrí una opción para visitar la ciudad que me pareció estupenda: una línea de bus turístico que recorre los lugares más importantes. Puedes comprar un bono de 24 horas y subir y bajar en las paradas que quieras las veces que quieras, así que pensé en completar la ruta primero y después elegir algunos de esos lugares y volver hasta la hora de subir al tren.
En ese modo express he visto, aunque de paso y desde el bus, el Coliseo, st Angelo, la plaza de España, la plaza de S Pedro, la columna de Trajano… Todos los lugares conocidos que podéis ver en el mapa.
Luego he podido pasear a pie por la plaza de S.Pedro, la Plaza de España y la Fontana de Trevi. Apenas se podía caminar por la cantidad de personas que llenaban las calles.
He probado una pizza increíble, un delicioso capuchino y un helado impresionante.
He intentado comprender el italiano y hasta decir alguna cosita (como Grazie Mille). Pero en realidad he utilizado el inglés todo el tiempo para moverme por la ciudad, porque una vez más compruebo que es el idioma universal hoy…
Y, sobre todo, me he maravillado al pensar que muchos de los lugares y edificios que contemplaba llevan siglos siendo testigos de la historia de la Humanidad. Que estaban aquí mucho antes de que yo llegara y aquí seguirán mucho después de que me vaya. Y eso me ha hecho sentir muy pequeñita. Pero precisamente por esa levedad nuestra, por ese espacio tan pequeño y tan breve que ocuparemos en el tiempo, porque nos iremos en nada, porque la vida es un suspiro, se abría paso en mi cabeza y en mi corazón una expresión latina (no podía ser de otra manera) que es uno de los lemas de mi vida: “carpe diem”. Aprovecha el momento.
De vuelta a la estación Termini, he tomado el tren hasta Florencia. En algo más de hora y media de viaje estaba en la ciudad que será mi hogar durante unos días. Mañana a primera hora me esperan en el ITT Marco Polo. Qué nervios… y qué ilusión por dar un abrazo a Ilaria y a Elena en directo, por conocer a los profes y al alumnado, por aprender mucho para compartirlo con todos vosotros a la vuelta, y por aportar todo lo bueno que pueda transmitir de nuestro centro, porque también tenemos mucho que ofrecer.
Espero no haberos aburrido demasiado. Me acuerdo de vosotros, de mis compañeros, de mis chicos y chicas, del personal no docente. Pienso en todos y pienso en cada uno. “A tal persona le gustaría esto”; “ay, si mi alumn@ tal viera esto otro…”; ojalá estuvierais todos aquí.
Me despido ya porque mañana madrugo mucho. El instituto está algo lejos, debo tomar un tranvía y un bus y caminar otro poquito… y todo eso antes de las ocho.
Mañana os cuento más. ¡Besos a todos!
Luisa