Luisa María García VelascoMiércoles 8 de mayo de 2024
Luisa María García Velasco
Tras dos días visitando el ITT Marco Polo, ya tengo muy claro qué paradas de metro y bus son las más cercanas, dónde hacer el transbordo tranvía-bus y cómo pagar del modo más efectivo y rápido. No se acepta pago en efectivo. Dentro de los vehículos hay dos dispositivos con funciones distintas. Uno de ellos te permite pagar simplemente acercando una tarjeta de crédito. El otro es para validar un billete que debes haber comprado previamente (en la misma parada hay máquinas expendedoras). Esa validación es muy importante. No llevarla a cabo supone multas significativas, porque el billete se considera irregular. Las multas son frecuentes en el caso de pasajeros de fuera, que desconocen este detalle.
Otra cosa que debéis saber es que en muchas ciudades europeas debe pagarse un impuesto turístico al alojarse en un hotel. Se paga en efectivo en el propio establecimiento, y consiste en una cantidad concreta por persona y día. ¡Tenedlo en cuenta si viajáis fuera! Hay muchos gastos extra con los que se debe contar al elaborar un presupuesto para no llevarnos sorpresas. 😉
He tardado menos que otras veces en llegar al instituto (una media hora), así que he tenido algo de tiempo para tomar un café en la cantina y para pasear por algunos de los espacios del centro. Me sigue pareciendo precioso, y me llama la atención que, sin necesidad de vigilancia, el alumnado sea tan cuidadoso con las instalaciones. ❤️
Me he cruzado con algunos de los profesores que he conocido estos días. Todo el mundo saluda muy amablemente. Otros, enterados de nuestra visita, se han acercado también a saludar. He conocido a una profesora de Latín con la que he charlado un rato. También otra de español que me ha preguntado si quería unirme a su clase. Lamentablemente, ya tenía prevista una reunión con la coordinadora Erasmus y una clase de español, pero con una profesora distinta. También he conversado con la profesora de francés y la docente nativa que la acompaña (como ayer en clase de inglés, en clase hay dos docentes: el profesor de lengua extranjera y otro profesor nativo). Todo el mundo es muy amable y pregunta de qué parte de España vengo. Al decir Andalucía, se les ilumina la cara. Algunos conocen Almería y hasta la han visitado alguna vez.
Ilaria ha venido a recogerme y enseguida ha llegado también Elena Radicchi, la Coordinadora Erasmus de este centro. En su página web descubrí que aquí se organizan por idiomas dentro del programa Erasmus, y el profesorado de cada lengua se ocupa de contactar con centros que puedan resultar interesantes. Por eso fue una de las profesoras de español, Rita, y no ella, quien contactó conmigo hace unos meses. La coordinadora proporciona las plantillas de los documentos necesarios y cada docente los completa y presenta su opción. A partir de ahí se decide, según el presupuesto con que cuentan, cuáles pueden llevarse a cabo.
Me cuenta Elena que conseguir la acreditación Erasmus+ ha sido un proceso largo y laborioso. La solicitaron hace años, pero se les denegó. Buscaron entonces la ayuda de una persona experta que les asesoró para elaborar una nueva solicitud. Finalmente la consiguieron hace dos años. Fue también en esa misma fecha cuando nosotros conseguimos ser centro acreditado, por lo que tenemos esto en común.
No es lo único en lo que coincidimos. Hemos hablado del esfuerzo que supone coordinar un programa Erasmus. Como en nuestro caso, los coordinadores italianos son docentes con horario completo, y el tiempo que dedican al programa es siempre voluntario, una función extra que llevan a cabo por pura convicción y porque creen en los beneficios de Erasmus+ para su alumnado y para su centro. Creo que en este sentido, todos los coordinadores europeos compartimos motivación y circunstancias…
Aunque Elena me ha adelantado mucha información muy útil, aún tenía algunas preguntas que hacerle. La selección de candidatos, por ejemplo. Existe un baremo, como en nuestro caso, y unos criterios. Hay una comisión Erasmus, pero formada solo por profesorado y directiva. He preguntado si no se incluía a miembros de alumnado, familias y personal no docente. Me explica que hay cuestiones de privacidad muy delicadas en cuanto a los datos que se manejan en las solicitudes. Por eso solo los docentes de la Comisión (y no todos) acceden a ellos. De hecho, al publicar los resultados se hace público solo el listado, pero no la puntuación de cada uno de los apartados. La razón es también la privacidad de datos de los participantes.
Le preocupa, como creo que a todos, el hecho de que los centros reciban menos fondos Erasmus. La cantidad es la misma que en años anteriores, pero cada vez son más los centros que se suman al programa y por tanto cada vez somos más a repartir. Los trozos de tarta, me decía, son cada vez más pequeños…
Ha sido una reunión intensa y llena de contenido. Hemos intercambiado buenas ideas: ellos, por ejemplo, celebran una especie de Jornada Erasmus con profesorado de distintos centros. Comparten experiencias y buenas prácticas, y resulta muy enriquecedor para todos. De nuestra gestión Erasmus le ha gustado, por ejemplo, la idea de difundir a través de este blog y de nuestra cuenta de instagram.
Por lo demás, coincidimos en muchos puntos de vista y modos de hacer las cosas. ¡Quizá podamos volver a cooperar juntos en un futuro, pero esta vez con movilidades de estudiantes! Me ha preguntado fechas posibles. Todo depende de los fondos que nos centros recibamos para próximos proyectos. En cualquier caso, le he asegurado que en Canjáyar el ITT Marco Polo tendrá siempre las puertas abiertas. 😊
¡Ha sido una sesión tan densa que ni siquiera hemos hecho fotos!! Procuraré acordarme mañana para que conozcáis a Elena. Asistiré a una de sus clases sobre marketing turístico.
Luego he tenido la oportunidad de asistir a una clase de español. Ha sido muy interesante ver que, en este caso, la profesora sí entraba en aspectos relacionados con la gramática. Los verbos españoles son complicados para personas no nativas. Se han corregido algunas actividades que los estudiantes debían traer hechas. Les explicaba la profe, por ejemplo, que deben distinguir “acordarse”, verbo reflexivo, de “recordar”. Decimos “me acuerdo…”, pero no “me recuerdo”.
La profe me ha preguntado si me gustaría hablar en español para ellos. He aceptado encantada. He contestado a sus preguntas y después les he hablado del proyecto Erasmus en nuestro centro a través de nuestra cuenta de instagram. ¡Se han sorprendido mucho de que tengamos, en distancias tan cortas, montaña, playa y desierto! Han seguido con mucha atención todo lo que les iba contando sobre Almería, Granada y nuestra zona de Alpujarra. Les he dicho que, por supuesto, están invitados a venir a nuestro centro si finalmente se lleva a cabo alguna movilidad de alumnado. 😊
Al acabar esta sesión, Ilaria me estaba esperando. Se había ofrecido a llevarme hoy a la abadía de San Miniato. Es una preciosidad, como todo en esta ciudad… y además está sobre una colina desde la que se tienen vistas maravillosas de Florencia… 😍
He comido algo rápido por la ciudad porque a las cuatro de la tarde había reservado entradas para poder visitar los Ufizzi. Ha sido una visita de dos horas y media solo, porque la galería se cierra a las seis y media… Pero aún así estoy verdaderamente impresionada.
Luego he vuelto al hotel por fin, y aunque Elena me había invitado a otra actividad por la noche he preferido descansar, aunque agradezco la deferencia. ¡Aún me quedan dos días que serán tan intensos como estos o más aún! Y quiero poder concentrarme y aprender muchas cosas que pueda contaros luego. 😊
Abrazos,
Luisa ❤️
