De movilidad en ISBA

El pasado 24 de julio, viajé a la ciudad de Friburgo de Brisgovia, gracias a la iniciativa formativa Erasmus + Job Shadowing (aprender por medio de la observación). Soy Francisco Salas, profesor técnico de Cocina y Gastronomía del departamento de Hostelería y Turismo del centro. El objetivo era visitar la ISBA (Internationale Studien und Berufsakademie) una universidad internacional en formato dual con la intención de aprender sobre esta modalidad de enseñanza, en concreto en el grado de Gestión Hostelera. En este grado el alumnado pasa por diferentes departamentos de un establecimiento hotelero alternando con las clases teóricas en las aulas de la universidad.

Para comenzar, para llegar a Friburgo  desde Málaga no hay vuelo directo, la opción más cercana es volar a Basilea (Suiza), pero la más económica es vía Baden-Baden, desde ahí se puede tomar el bus o el tren. En el primer contacto con la ciudad, se percibe que Friburgo es una ciudad universitaria, llena de vida, que combina lo tradicional con lo moderno, lo cultural y lo natural, de hecho, está  ubicada en el sudoeste de la Selva Negra. Es famosa por ser considerada una de las “ciudades verdes” de Europa. Camino del alojamiento, me llamó enormemente la curiosidad el ver a personas sentadas en lo alto de un puente, junto a la estación de trenes y autobuses, como podéis ver en las imágenes que os adjunto más adelante. Al parecer es una costumbre de los lugareños.

Lo primero que me comentó  mi contacto de la universidad (Dick Burghardt)nada más vernos fue: “aquí no te va a atropellar ni un coche ni siquiera el tranvía, aquí tienes que tener cuidado con las bicicletas”. Y es que en Friburgo lo de la sostenibilidad del medio ambiente se lo toman muy en serio, están plenamente concienciados. Por ejemplo, ningún miembro de la comunidad educativa de la ISBA que viva a menos de veinte minutos del centro educativo puede ir en vehículo de motor propio. La bicicleta es la reina de las calles. Otra curiosidad fue que existen “inspectores de basuras”: estos funcionarios públicos van inspeccionando la basura de los vecinos, de manera que si no reciclas correctamente, te dejan una nota en una pegatina y no la retiran hasta que no  esté en condiciones.

A nivel cultural, la ciudad tiene un casco antiguo totalmente reconstruido, en torno al cual gira la vida de la ciudad. Destaca la Catedral de estilo gótico y la plaza donde está ubicada con sus casitas típicas. En dicha plaza se celebran cada año la feria del vino y se ubican las casetas de madera del mercadillo de Navidad. También está la plaza donde se encuentran el Ayuntamiento Antiguo y el actual. Paseando, te vas a encontrar las diferentes “puertas de la ciudad” y los canales de agua que llevaban ésta a la zonas de siembra. Es en el casco antiguo donde pude constatar que se reunía la “gente joven” y la no tan joven  para tomar algo y pasarlo bien. Y es que puedes elegir entre infinidad de establecimientos gastronómicos con diferentes ofertas.

Friburgo es una ciudad “cara” si la comparamos con Málaga, sobre todo se nota en el precio de la alimentación y la bebida. A nivel gastronómico sólo puedo decir que todos los establecimientos de restauración tienen por norma ofrecer ensaladas tanto como plato como guarnición. También existen múltiples establecimiento de comida “saludable”.

Ya en el ámbito académico, de la universidad, me gustaría destacar  la concienciación en formación a nivel humanístico. La idea es formar a líderes que sepan dirigir los recursos humanos por medio de una formación integral: personal y profesional. Para ello, ofertan unos talleres denominados Leadership training.

También, pude asistir a clases presenciales en la universidad y observar y aprender de los colegas alemanes. Como aquí, alternaban la asistencia a al ISBA con las clase telemáticas, debido al COVID: la mitad de la clase presencial  y la otra mitad en casa pero siguiendo las clases on line.

Puesto que el formato dual consiste en “aprender trabajando”, tuve la suerte de poder visitar diferentes establecimientos y sus las instalaciones, siendo uno de los mejores (si no el mejor) hoteles de la ciudad, el Hotel Panorama, ubicado en una colina con unas vistas espectaculares a la ciudad. Allí, me encontré a dieciocho malagueños y malagueñas realizando su fase de formación en la empresa (algo parecido a nuestra FCT), y como aquí, hubo opiniones diversas sobre su estancia en Alemania.

Otro día, visité la residencia de estudiantes donde vivían. La verdad es que me pareció bastante aceptable y, sobre todo, el ambiente era fenomenal.

Los recursos materiales, humanos  y económicos que tiene la ISBA son espectaculares. En una entrevista con la profesora y doctora Regina Schwab, me estuvo enseñando como se organizan y gestionan los mismos. Le dan mucha importancia a la estrategia digital del centro y a la sostenibilidad medioambiental. De manera muy amable, me facilitaron la planificación del grado, destacando  un cronograma y otros documentos. Otro día debatimos sobre el método de enseñanza “Montessori”, método que se aplica hasta los dieciocho años y que según me comentaban, daba como resultados personas más sociables, respetuosas y solidarias.

Ya para terminar, quisiera dar las gracias al centro, y al Departamento Erasmus + por haberme brindado la oportunidad de seguir aprendiendo, de poder mejorar mi competencia lingüística en otro idioma. Lo que espero repercuta de manera positiva en el alumnado y entre mis colegas de profesión.

Os paso unas cuantas fotografías por aquello de que una imagen vale más que mil palabras. Si alguien quiere más información o consultar cualquier cuestión, no dude en contactar conmigo en el centro.

 

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