Tres días en Bochum
El pasado mes de marzo organizamos en el departamento de Internacionalización una movilidad con la participación del director y del inspector de referencia del centro.
Visitamos, de martes a jueves, los tres centros de formación profesional que ofertan enseñanzas más similares a las nuestras en Bochum, el corazón del Ruhr (en Renania del Norte-Westfalia). A continuación os dejamos las cuatro cosas que más nos llamaron a atención, pero antes tenemos que dar la gracias a Julia, española que está terminando el referendariat y es coordinadora Erasmus en Alice-Salomon-Berufskolleg. Se volcó durante los tres días que estuvimos en Bochum. Actuó de intérprete cuando no se hablaba en inglés, nos acompañó en el poquito turismo que hicimos visitando el museo de la minería de Alemania; pero, sobre todo, en las conversaciones (en español) que teníamos después de las reuniones, nos permitió conocer con gran profundidad la formación profesional alemana. De nuevo, un GRACIAS muy grande.
Vamos con las cuatro ideas a destacar.
- La cordialidad y dedicación con la que fuimos recibidos en todos los centros. Siempre tuvimos una extensa reunión informal con el director, el vicedirector y la coordinación Erasmus. En estas reuniones se habló de los más diversos temas relacionados con el sistema educativo, la gestión de los centros y se esbozaron las líneas de futuras colaboraciones.
- El clima de complicidad y cercanía profesional entre los directores de los centros.
- Lo que se escapó a nuestro políticos cuando fueron a Alemania a copiar el sistema dual. En Alemania, el alumnado busca su empresa para la dual. La empresa lo entrevista, selecciona y le indica en qué instituto tiene que matricularse. La empresa paga mensualmente al alumnado un salario que está en función del curso y del ciclo que estudia y que es el mismo en toda la región. ¿Cuánto es el salario? Alrededor de 1.000 € o un poquito más. Así no hay duda de que la empresa está implicada en la formación del alumnado, no son necesarias visitas de seguimiento, ni papeles y papeles. Solo hay dos pruebas, una a mitad de la formación y otra al final. La segunda es externa organizada por la cámara de comercio, aunque participa profesorado.
- Los centros y su profesorado parecen tener claro que su función es abrir puertas (y ventanas) al alumnado. Por ejemplo, si un alumno -normalmente a causa de su juventud o inexperiencia- no es seleccionado por ninguna empresa para la dual, puede matricularse en el instituto en curso que pretende mejorar determinadas competencias profesionales básicas con la idea que al año siguiente sea seleccionado.
Igual pensáis que pensamos que todo en Alemania es maravilloso… no vimos el sol hasta la mañana del día que nos íbamos en Dusseldorf.