Suecia, país avanzado pero no tanto
Buenas, me llamo Carlos (aunque por algún motivo el dueño del hotel nos dice Álvaro a todos los españoles que trabajan allí) estoy de prácticas en la cocina del hotel Olarsgården en Sälen, Suecia.
Nuestra llegada al hotel fue entretenida, nuestro avión salía a las seis menos cuarto de la mañana y la llegada al aeropuerto de Arlanda fue a las diez de la mañana, allí tuvimos que
esperar seis horas para poder empezar nuestra travesía hasta el hotel, dos trenes y dos autobuses después llegamos al hotel sobre las diez de la noche, allí nos esperaba Álvaro M. un antiguo compañero de clase que estaba trabajando en el hotel, nos acompañó a la casa y nos instalamos; es bastante grande y se está bastante cómodo y calentito dentro gracias a la calefacción general de la casa. Aunque hay un gran defecto en la casa y es que el tema de las persianas no a llegado a cuajar del todo en este país, por lo que para evitar la luz del sol a las seis de la mañana cuando amanece hemos improvisado una bolsa de basura como persiana, bastante rústico todo. Al igual que las escobas que aquí todas son tamaño de juguete ya que nos llegan por debajo de la cintura.
A la mañana siguiente fuimos para la cocina del hotel y empezó nuestra experiencia en cocina, allí estaba Manu esperándonos, él es el director de la cocina del hotel y nos explicó como iba la carta y las preelaboraciones pertinentes; también nos comentó que en el tramo en el que estamos es cuándo la temporada de gente empieza a decaer debido al deshielo de las pistas de esquí.
Los primeros días estaba despejado pero conforme van pasando los días es raro ver el sol, ya que el día que no está nublado está nevando o con niebla; al principio la novedad de la nieve era increíble ver ese paisaje nevado, blanco y limpio, pero a la que te caes por cuarta vez por culpa del hielo camino al trabajo ya no es tan bonito jajaja.
Ya hemos ido a esquiar y fue una experiencia bastante bonita y relajante, yo he de decir que no encontré gran diferencia con usar patines en línea por lo que me adapté y acostumbré rápido, al día siguiente estaba reventado por el esfuerzo y las caídas en la nieve pero sin duda volvería a repetir.
Poco a poco hemos descubierto que hay más españoles que suecos por aquí; el vecino de la casa de enfrente es español, de Sevilla, Francisco; una de las compañeras de piso es Sueca, pero es de honduras, Gabriela; el jefe de cocina del hotel es español, de Jaén, Manu; y mi antiguo compañero de clase, de Málaga, Álvaro M. que junto con mi compañero de Erasmus Álvaro G. hacemos un total de seis españoles rondando por Sälen.