EXCURSIÓN: TOYO AVENTURA

Seño  ¿Cuántos días quedan para ir de excursión?

       Por fin llegó el esperado día 17 de mayo y todos-as los alumnos-as de 4 años con nuestras seños subimos al autobús con los chalecos del cole puestos, la gorra y una mochila cargada de ilusión, cariño y todo lo necesario para pasar un día inolvidable en el Toyo Aventura.

   Nada más llegar nuestra amiga “Barby”, una poni, nos estaba esperando para darnos un paseo por el recinto. Había que agarrarse bien y, sobre todo, no pasar por detrás de ella; si se asusta, puede darnos una coz. Fue de lo más divertido del día.

 Visitamos la granja, en la que pudimos acariciar a la cobaya, una tortuga de tierra, los conejos

Había cabras que querían toparnos, un cerdo vietnamita, patos, una iguana, gallinas, conejos, burros, caballos,…

Menuda sorpresa, ¡El erizo no pincha si lo acaricias en la dirección de sus pinchos!

 Hemos aprendido cómo cuidar a los animales, su alimentación, su hábitat y, sobre todo, a respetarlos, estábamos muy calladitos-as para no molestarlos. 

Las ocas dando graznidos y el pavo real glugluteando no paraban de pasear por todo el parque, así es que los vimos muchas veces.  

 Buscamos desesperadamente un tesoro en el granero, aparecieron huevos, lana, huesos de juguete… ¡Qué felicidad cada vez que encontrábamos algo!

 En el taller de manualidades hicimos figuras con harina y sal que se cocieron en el microondas. ¡Cómo disfrutamos con las manos en la masa!

Visitamos la huerta y trasplantamos una lechuga para llevar a casa y cuando crezca ¡nos haremos una ensalada!

  ¡Qué difícil fue encontrar el cofre del pirata! Había que buscar 7 pistas, pero al final apareció… ¡Eran monedas de oro!, pero cada vez que el monitor decía “el suelo es lava”, había que subirse en algo o te quemabas.

El tiempo nos acompañaba, ni frío ni calor, pero ya que habíamos traído la protección solar, pues … ¡A protegerse! Las seños tuvieron que quitarnos lo que sobraba.

Después de tantas emociones y aventuras llegó la hora del almuerzo. Las mamás y papás nos habían preparado un gran menú: macarrones, espaguetis, ensalada de pasta, arroz a la cubana y ricos bocatas… ¡Cómo saben lo que nos gusta!

      Para relajarnos, acabamos la jornada con bailes, el castillo hinchable y muchos juegos más.

Fue, sin duda, un gran día en el que aprendimos al aire libre, en contacto con la naturaleza, a cuidar y respetar a los animales, compartimos buenos momentos, juegos y diversiones, que siempre recordaremos. Las seños disfrutaron mucho también al ver nuestras caras de felicidad.

Gracias a los monitores y monitoras del parque, que nos acompañaron, nos enseñaron y nos hicieron disfrutar de un día tan especial.

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