Hoy hemos contado con la colaboración de Dana Kovacs Butusan, mamá de María de 4 años C, que nos ha explicado cómo viven la Navidad en su país, Rumanía, sus costumbres, creencias, rituales y recetas de cocina típicas de estas fiestas.
Las celebraciones comienzan el 15 de noviembre, con el “Postul Crăciunului” (la cuaresma), no pudiendo consumir alimentos como carne, leche o huevos, permitiéndose el consumo de pescado solamente en días concretos.
El día 30 de noviembre es una fecha señalada, ya que se celebra el día de San Andrés , el protector de Rumanía (Sfântul Andrei, ocrotitorul României). La tradición cuenta que las chicas que desean casarse tienen que ayunar durante el día y cuando llega la noche solo pueden comer una torta con 4 cucharaditas de sal, sin beber agua; cuando se duermen sueñan con su futuro “príncipe”.
En el día de San Andrés los niños y niñas suelen poner ramas de árboles en agua para que florezcan (cerezo, manzano, peral…). En Año Nuevo, cuando ya han florecido, van con las ramas y una estrella elaborada por ellos mismos cantando villancicos de casa en casa. La gente los obsequia con dulces navideños.
El 6 de diciembre se celebra el día de San Nicolás (Sfámtul Nicolae). En la noche de la víspera, los niños y niñas limpian sus zapatos o botas y los dejan en la puerta para que San Nicolás les deje regalos. Una tradición dice que si nieva el 6 de diciembre, San Nicolás se ha sacudido la barba para que empiece el invierno.
El 20 de diciembre («Ziua de Ignat») es costumbre que el cabeza de familia mate un cerdo en este día. Su carne se utiliza en las comidas de Navidad. Después de la matanza del cerdo, los miembros de la familia comparten un plato llamado ‘Pomana Porcului’ (caridad del cerdo) que se cocina tradicionalmente en un caldero y consiste en una variedad de trozos de cerdo (panceta, paleta, hígado, riñones, etc.) en una salsa de ajo y servida con polenta (comida de harina de maíz hervida).
En Nochebuena (Ajunul Crăciunului), el 24 de diciembre, se adorna el árbol de navidad. El abeto, en general, tiene que ser natural y, además de en navidad, está presente en los bautizos y matrimonios, ya que se considera que trae suerte, una larga vida, prosperidad y fertilidad.
Cantar villancicos (colindatul) es una costumbre de niños-as y mayores, que cantan en cada casa que tiene la puerta abierta y la luz encendida, desde el día 24 hasta el 27 de diciembre, al aire libre, dentro de la casa o debajo de la ventana. Los intérpretes son recibidos en las casas, donde les ofrecen comida y bebida y les regalan nueces, manzanas, monedas y panecillos.
En muchas partes de Rumanía también es tradicional que alguien se vista de cabra, con una máscara multicolor, y que vaya por ahí con los cantantes de villancicos. La cabra es conocida como la ‘Capra’ y salta y baila alrededor haciendo muchas travesuras.
Otra tradición de Nochebuena es la banda de tambores o ‘dubasi’. Normalmente está formada por hombres solteros. Una banda puede tener hasta 50 o 60 hombres. Además de la batería, a menudo hay un saxofón y un violín. La banda practicará durante un mes antes de Navidad, así que son muy buenos. Recorren las calles y se les dan regalos.
Las comidas tradicionales rumanas de Navidad incluyen el Gammon asado y las chuletas de cerdo (hechas del cerdo matado), ‘Ciorba de perisoare’ que es una sopa de verduras ligeramente agria hecha con salvado fermentado y albóndigas de cerdo; hojas de col ‘Sarmale’ rellenas de cerdo molido y servidas con polenta; ‘Cozonac’ un rico pan de frutas; rosquillas rumanas llamadas ‘gogosi’ y pasteles de queso.
Dana ha cocinado para nosotros-as algunas de estas recetas, que hemos degustado en clase… ¡Está todo buenísimo!
Estamos muy agradecidos-as a Dana por compartir un poquito de su cultura y preparar para nosotros estos ricos manjares.