Filosofía moderna. Racionalismo y empirismo.

Ignacio Escañuela Romana.

 

Tanto el racionalismo como el empirismo son corrientes de pensamiento que se desarrollaron en la misma época (siglos XVII y XVIII) y contestaron de manera opuesta a una serie repreguntas similares. Los problemas del conocimiento y de las sustancias son centrales en ambas corrientes. Todo conocimiento, en última instancia, es conocimiento de ideas, tanto para empiristas como para racionalistas.

RACIONALISMO: «The first modern rationalist was Descartes, an original mathematician whose ambition was to introduce into philosophy the rigour and clearness that delighted him in mathematics. He set out to doubt everything in the hope of arriving in the end at something indubitable. This he reached in his famous cogito ergo sum, “I think, therefore I am”; for to doubt one’s own doubting would be absurd. Here then was a fact of absolute certainty, rendered such by the clearness and distinctness with which it presented itself to his reason. His task was to build on this as a foundation, to deduce from it a series of other propositions, each following with the same self-evidence. He hoped thus to produce a philosophical system on which people could agree as completely as they do on the geometry of Euclid. The main cause of error, he held, lay in the impulsive desire to believe before the mind is clear. The clearness and distinctness upon which he insisted was not that of perception but of conception, the clearness with which the intellect grasps an abstract idea, such as the number three or its being greater than two» (https://www.britannica.com/topic/rationalism/Epistemological-rationalism-in-modern-philosophies).

EMPIRISMO: «Empiricism, in philosophy, the view that all concepts originate in experience, that all concepts are about or applicable to things that can be experienced, or that all rationally acceptable beliefs or propositions are justifiable or knowable only through experience. This broad definition accords with the derivation of the term empiricism from the ancient Greek word empeiria, “experience.”

Concepts are said to be “a posteriori” (Latin: “from the latter”) if they can be applied only on the basis of experience, and they are called “a priori” (“from the former”) if they can be applied independently of experience. Beliefs or propositions are said to be a posteriori if they are knowable only on the basis of experience and a priori if they are knowable independently of experience (see a posteriori knowledge). Thus, according to the second and third definitions of empiricism above, empiricism is the view that all concepts, or all rationally acceptable beliefs or propositions, are a posteriori rather than a priori» (https://www.britannica.com/topic/empiricism).

Por lo tanto, la doctrina filosófica conocida como empirismo se desarrolla en Gran Bretaña contraponiéndose a la corriente continental europea del racionalismo, y considera la experiencia como única fuente de conocimiento no tautológico válida. El primer dato seguro es efectivamente el conjunto de mis percepciones y se exige que todo juicio no analítico (no tautológico o sintético) tenga como fundamento una experiencia sensible o serie de experiencias sensibles. Es decir, un enunciado que añade información debe hacerlo a partir de percepciones. Lo que afirma el empirismo es, asimismo, la crítica que hace Hume a Descartes (y que viene, por lo tanto, como contenidos que opone este empirismo al racionalismo).

Por otra parte, el racionalismo fundado por Descartes, al que puede calificarse también de apriorismo (Adjukiewicz), considera que es posible fundar enunciados sintéticos a priori. Es posible resolver dudas no tautológicas recurriendo únicamente a la razón, sin necesidad de remitirse a la experiencia sensible. Ésta es una de las tesis fundamentales de Descartes. De ahí que Descartes recurra a la evidencia como criterio de verdad y procediendo a deducir las demás verdades a partir de una primera e indubitable. Sin embargo, ninguna proposición que esté basada únicamente en la experiencia (en los sentidos) puede superar la prueba de la duda metódica. Descartes rechaza, por tanto, el punto de vista del empirismo (punto de vista desde el cual el conocimiento no sólo es derivado de la experiencia, sino también validado por ella).

El ataque de Descartes a la inducción es una de las afirmaciones básicas de su sistema filosófico: la inducción no permite construir verdades universales y absolutamente seguras. Algo completamente distinto a Hume o Locke, que intentaban fundamentar los conceptos en la costumbre y la inducción.
El empirismo aboga por el método inductivo, que tiene como punto de partida los datos provenientes de los sentidos. Los racionalistas, en cambio, son seducidos por el método deductivo, que tanto éxito ha aportado a las matemáticas.

Las diferencias se extienden al campo moral. Los racionalistas, y entre ellos Descartes, pretenden fundar el juicio moral en la validez a priori de la razón, que controlaría el comportamiento humano. En frente de esta postura está Hume, que defiende el emotivismo moral: la razón es “esclava de las pasiones”, siendo el sentimiento de agrado y utilidad que provocan las acciones lo que hace que las califiquemos como buenas o, en caso contrario, como malas.

Finalmente, la metafísica cartesiana se fundamenta en la teoría de las tres sustancias. Descartes afirma que hay tres sustancias: la “res cogitans”, el alma o pensamiento separado del cuerpo; la “res infinita” o Dios, ser infinito, eterno, inmutable, omnisciente y todopoderoso; y, por último, la “res extensa” o mundo, de cuya existencia tenemos garantía mediante la doctrina de la “veracidad divina”. A diferencia de los racionalistas, para Hume, ya el propio concepto de “sustancia” resulta problemático. Niega la posibilidad de obtener un conocimiento metafísico válido. Sin experiencia no hay conocimiento. 

Este problema del origen del conocimiento justificado continúa hasta nuestros días. Supongamos que tengo una moneda aparentemente perfecta y la lanzo 100 veces. Supongamos tengo 52 caras y 48 cruces. Afirmar que la probabilidad de cara es del 50% es un enunciado sintético a priori. Afirmar que la probabilidad pasa a ser del 52% incorpora una expectativa resultado de observaciones a posteriori. Si bien habría que definir, en este caso, probabilidad como expectativa condicionada a la experiencia pasada.

Tomemos el concepto de causa. Como causa es conexión necesaria entre causa y efecto, sumado a precedencia lógica dese la primera a la segunda, es un concepto que se incorpora a enunciados necesariamente sintéticos a priori.

(http://filosofia-reflex.blogspot.com/2016/01/comparacion-del-racionalismo-y-el.html)

Publicado por

Ignacio Escañuela Romana

Interesado por la filosofía y la economía, que tiendo a mezclar a menudo. Es decir, seguir el lema kantiano: "Sapere Aude".

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *