José Antonio González Soriano, sobre el tablero de la Educación.

Nacido en Madrid en 1962, nuestro protagonista es Doctor en Filosofía por la Universidad Complutense y autor, entre otros artículos y ensayos, del libro Racionalidad revolucionaria, editado por la Editorial Biblioteca Nueva y fruto de sus investigaciones sobre Teoría Crítica y Racionalidad Emancipatoria.

Comprometido con su tiempo y con la pedagogía, a la que se dedica como profesor funcionario desde 1987, coordinó en el Instituto Alto Conquero de Huelva el Aula por la Paz y la Libertad. Ya en su actual destino, la Escuela de Arte León Ortega de la capital, ha coordinado el Plan de Igualdad de su centro y ahora promueve y difunde una de sus grandes pasiones, el Ajedrez. Al que considera juego, ciencia y arte y del que extrae las más jugosas y entretenidas enseñanzas.

Persona reflexiva, de conversación inteligente y pausada, José Antonio nos ofrece un perfil idóneo de ese maestro −término utilizado también en el ajedrez− al que se refería Albert Camus cuando recibió el Premio Nobel y lo dedicó a su profesor, M. Germain, a quien escribió: “sin su enseñanza y ejemplo, no hubiese sucedido nada de esto”.

El Profesor González Soriano forma parte del Equipo de Coordinación Pedagógica del Programa de Innovación Educativa AulaDjaque. Lo hace desde sus inicios en el curso 2017/2018. Nos destaca en primer lugar el paulatino crecimiento en alumnos, centros y profesorado en tan poco tiempo −pasando de los 31 centros de aquella convocatoria a los 50 de la presente−. Además de esporádicas experiencias, impulsadas más por la afición de los docentes, en nuestra Comunidad no se había llegado a implantar antes un programa bien organizado sobre una herramienta con tan formidables posibilidades educativas.

Bien es cierto que, desde los ámbitos políticos, institucional y desde las federaciones de ajedrez, ya se venía demandando la entrada “formal” del mismo en las aulas, pero por fin ha acabado de cuajar una iniciativa específica para extraer todas sus posibilidades de ayudar a enseñar y aprender muchas disciplinas y no pocas competencias y habilidades en la formación integral del alumnado. La cercanía de la gestión del programa al profesorado es una de las claves principales del progreso que, en tan poco tiempo, ha experimentado en toda nuestra región. Hasta el punto de estar inscritos en la actualidad más de 600 centros en toda Andalucía y varios miles de alumnos y alumnas. Destaca también el profesor y filósofo la intensidad de una buena oferta formativa para el profesorado interesado que incluye cursos presenciales, virtuales y talleres en los Centros. Resulta evidente que existía una demanda latente y que desde la propia sociedad había una especial receptividad para que este juego −y mucho más− milenario entrara en la escuela.

Para nuestro profesor, y excelente jugador y estudioso del ajedrez, la filosofía de AulaDjaque es sencilla: se trata de un programa de ajedrez educativo, que utiliza las sesenta y cuatro casillas y su universo cultural como herramienta pedagógica. Parte del principio de que el acercamiento al ajedrez capacita al alumnado en sus habilidades cognitivas y también en sus potencialidades socioafectivas, de carácter ético.

La Escuela de Arte León Ortega, en la que imparte clases de Filosofía, es un centro multifacético donde convive un alumnado que se forma en oficios artesanos con estudiantes de diseño industrial y de Bachillerato en su opción de artes plásticas, diseño e imagen. Es un centro −sostiene nuestro profesor− donde la formación del alumnado apela continuamente a su capacidad creadora e imaginativa, formando una comunidad educativa donde tanto alumnado como profesorado invocamos la actividad artística como medio para transformar la sociedad. Por eso, quizás en las mejores condiciones, ha sido posible que el ajedrez se haya convertido en un gran estimulante de las más diversas iniciativas, siendo capaz incluso de integrar distintas materias y ciclos formativos. Para nuestro protagonista el ajedrez tiene una gran versatilidad para ser utilizado en la educación, pues establece una estrecha alianza entre lo ético y lo estético. Incluso nos recomienda un libro que pudiera sernos útil para convertir este milenario juego en eje de la explicación de prácticamente todas las materias: Las transversalidades del ajedrez, cuyo autor, Joaquín Fernández Amigo, es experto en ajedrez y en educación.

GSoriano

EL LARGO, PERO IRREVERSIBLE, CAMINO HASTA CONVERTIRSE EN ASIGNATURA

Después de 2500 años de historia documentada, parece acercarse la hora de tomarse bien en serie tan divertido juego y adjudicarle el espacio que merece en la oferta educativa desde los primeros niveles. Son ya varios los países que hace tiempo lo introdujeron en programas oficiales con rango de asignatura propia y no pocas de nuestras Comunidades Autónomas vienen pronunciándose en favor de una difusión mayor del ajedrez con perfil académico y educativo. Al respecto, González Soriano nos recuerda como un hito el Dictamen del Parlamento Europeo de marzo de 2012, donde se recomendaba a todos los Estados de la Unión su incorporación a sus sistemas educativos. Y así lo indicaba por su decisiva “contribución a la integración social, la lucha contra la discriminación, la reducción de tasas de delincuencia e incluso para combatir diferentes adicciones”. El mismo documento defiende que “puede mejorar la concentración, paciencia y persistencia, así como ayudar a cualquier edad a desarrollar el sentido de la creatividad, la intuición, la memoria y las competencias, tanto analíticas como de toma de decisiones”.

A poca gente le puede quedar duda −aclara e insiste con entusiasmo el profesor− de la excelencia del ajedrez en el terreno cognitivo; sin embargo, el mayor tesoro que alberga es su riquísima virtualidad para la educación en valores y desplegar dinámicas de integración. Efectivamente, y de la mano del Programa en nuestra Provincia, ya venimos comprobando su capacidad para extender buenas pautas de conducta y valores mucho más allá que los de la competición o el simple divertimiento. Experiencias ya bien contrastadas y reconocidas, como la del Colegio San Jorge de Palos de la Frontera, cuyo Director, Tomás Estrada, es también el coordinador e impulsor −haciendo un gran tándem con José Antonio− de proyectos que van más allá de sus compromisos con el Equipo Pedagógico. Fomentan además talleres de formación, actividades singulares para recavar atención y participación, y organizan, junto a otros Centros, campeonatos comarcales que suelen tener notable éxito entre el alumnado y, especialmente, entre familiares y vecinos.

Desde su propia experiencia y conocimientos, González Soriano subraya sobre todo que la cultura ajedrecista forma primordialmente en la igualdad, el respeto y la responsabilidad. Nos insiste en la faceta ética del juego, que nos hace iguales ante el tablero, nos invita a estrecharnos la mano y donde se desarrolla la virtud de recapacitar sobre nuestras acciones y sus consecuencias. No es mal ejercicio de aprendizaje para la vida, desde luego. Quizás por eso mismo el Programa goza, aun con tan poco tiempo de implantación, con altísimo respeto por parte de la comunidad educativa y una gran atención de los medios informativos donde se viene desarrollando. Se responde así a uno de los principios rectores que llevaron a crear los distintos planes y programas para la Innovación. El de fomentar no solo una educación de excelencia en su calidad y equidad, sino también el de inspirar valores como el de la solidaridad y la responsabilidad. Y todo ello en el ámbito de la formación de los más jóvenes, desde su primera infancia hasta la juventud. Etapas cruciales en las que nos hacen falta tantas “jugadas maestras” como las que nos ofrecen profesores como José Antonio y proyectos como el de AulaDjaque.

José Juan Díaz Trillo – Delegación Territorial de Huelva
 

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