El objetivo del proyecto, según la coordinadora y profesora, Paula Buján, es “resaltar las figuras femeninas ilustres del colegio”. Para ello, se ha hecho un trabajo de investigación que ha durado tres años y se compaginado con tareas en el aula para que los alumnos conozcan la historia de su centro. Todo ello ha desembocado en pequeñas obras de teatro en la que el alumnado ha ocupado un papel protagonista.
El recorrido ha comenzado en el patio interior del colegio, donde la directora Natalia Reina ha guiado a una comitiva formada por antiguos alumnos por unos pasillos repletos de manualidades y vestigios de su época como convento jesuita, identificables en objetos como el sujetador de campana con las iniciales H y J que antecede al comedor del centro.
La primera parada ha sido en los despachos, que a partir de este homenaje llevan el nombre de Victoria Kent. Kent fue una de las tres mujeres en el Congreso de los Diputados de la Segunda República y luchó por humanizar el sistema penitenciario como la primera mujer directora general de Prisiones. Así lo ha hecho saber María Fernanda de 6º de primaria, encarnando a la diputada al grito de: “¡Cuantos más libros se hacen, más cárceles se cierran!”
Tras los despachos, le ha llegado el turno a Victoria Montiel, cuya placa va a presidir a partir de ahora el comedor del Colegio de Prácticas. Allí se ha destacado su labor como directora de la Escuela Normal de Maestras Malagueñas y el cuidado que dedicó a sus alumnos en su paso por el centro. Unos cuidados que, recuerdan antiguas alumnas que coincidieron con ella, eran integrales. Montiel hacía comidas, meriendas e incluso participaba en sus comuniones. Allí, tras una breve presentación del alumno de 1º, Pelayo Márquez y la también alumna, Paula Montoro, impersonando a Montiel, ha dado una pequeña lección a los presentes. “¡Para ganar el pan y vivir, hay que saber escribir!”, decía Montoro esperando un energético “¡Sí, doña Victoria!” que no tardó en llegar.
El aula disciplinar de la entreplanta ha sido el escenario para rememorar a Teresa Azpiazu, la primera mujer concejala del Ayuntamiento de Málaga. Azpiazu fue maestra de la Escuela Normal y una de las mayores defensoras de una educación con igualdad de género. Lo ha recordado su biógrafa y exconcejala del Ayuntamiento, Araceli González, que afirmaba que para Azpiazu la educación constituía “la llave para ser dueñas de su destino”.

Subiendo aún más por los pasillos del centro se encuentra el aula de 3º de primaria, donde se ha recordado a la primera mujer en ocupar el atril y dar un discurso en la Sociedad Malagueña de Ciencias, Suceso Luengo. Un discurso en el que actuó como punta de lanza en la pedagogía social y denunció la discriminación que la mujer sufría en materia educativa. Al más puro estilo Luengo, la alumna encargada de la representación teatral se ha apostado tras un atril y ha hecho honor a la vida de la homenajeada.
Para poner punto final al paseo, se ha recordado a Amalia Fernández García, directora y profesora del Colegio de Prácticas Nº1 que recibió en su último año en la institución la medalla de oro de la Orden de Cisneros por su labor educativa. Delante de la placa, localizada en los antiguos despachos de dirección, los alumnos han hecho alarde de la multiculturalidad que caracteriza a la escuela: “Hay alumnos de 29 países distintos y nos respetamos, a ver si aprendéis los mayores”, exclamaron. Una reivindicación que provocó que se le saltaran las lágrimas a la directora del centro.
Lucha por la educación
Al acto lo ha complementado una mesa redonda para hablar de las mujeres que han sido protagonistas del día. Moderada por Carmen Sanchidrián, han participado los encargados de desvelar las placas en la visita al centro: la exconcejala, Araceli González; el presidente de la Sociedad Científica de Málaga, Fernando Orellana; la decana de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UMA, Rosario Gutiérrez; la periodista cultural Berta González y el hijo de Amalia Fernández, Diego Estrada. Bajo el trampantojo del techo del Ateneo de Málaga, que también es el salón de actos del centro, los invitados han puesto en valor la vida y la lucha de unas mujeres cuyos nombres están grabados para siempre en la historia de Málaga y del Colegio de Prácticas.
El próximo 20 de mayo, el día de la Noche en Blanco, el Colegio de Prácticas abrirá sus puertas para que cualquiera pueda conocer su historia y la de las mujeres ilustres que pasaron por sus aulas.