LA GUERRA DEL ROSELLÓN (1793-1795). ESPAÑA CONTRA LA FRANCIA REVOLUCIONARIA – Alberto R. Esteban y Enrique F. Sicilia

LA GUERRA DEL ROSELLÓN (1793-1795). ESPAÑA CONTRA LA FRANCIA REVOLUCIONARIA - Alberto R. Esteban y Enrique F. SiciliaEl 21 de enero de 1793, en la actual Plaza de la Concordia de París, el hasta entonces Rey de Francia Luis XVI era ejecutado acusado de Alta Traición, este hecho supondría el pistoletazo de salida para una coalición antirrevolucionaria que englobaría a las más importantes monarquías de Europa, entre ellas no podía faltar la encabezada por Carlos IV, el Rey Borbón que reinaba en España y que además era primo del ajusticiado monarca francés. Con esta declaración de intenciones la guerra sería todo un hecho, tan sólo dos meses después los revolucionarios galos se prestaron a enfrentarse a España, el 17 de abril de ese mismo año las tropas del 1º Regimiento de Cataluña cruzarían la frontera franco-española y de esta manera comenzaría la guerra contra la Convención. La Guerra del Rosellón (1793-1795), de Alberto R. Esteban y Enrique F. Sicilia, autores ambos de este trabajo, nos introducirá en este frente pirenaico donde los combates con la Francia revolucionaria serían muy destacados en la estrategia global hispano-francesa; durante casi dos años este teatro de operaciones centrará la vida política y militar en España siendo para Francia también un frente importante, aunque no el único que debería afrontar.

El libro está perfectamente estructurado, una excelente introducción nos situará adecuadamente en el marco internacional para pasar posteriormente a una detallada descripción técnica de ambos ejércitos enfrentados, siendo a partir del tercer capítulo cuando comienza ya de lleno lo que sería el desarrollo de las operaciones militares. Acompaña a la narrativa propiamente dicha de la obra una serie magnífica de mapas, muy importantes para seguir con precisión la evolución de la guerra y, algo muy destacable también, una colección de fotografías actuales de lo que fueron los campos de batalla de esta Guerra del Rosellón. Todo ello condensado en casi cuatrocientas páginas de análisis y ritmo expositivo digno de tal contienda.

Este conflicto no fue uno más, y no me refiero al alcance internacional que tuvo, sino al aspecto puramente militar del mismo, el apoyo masivo de unidades populares a las tropas profesionales ofrecería un nuevo método de hacer la guerra donde las milicias militarizadas, el uso de la guerra de guerrillas, y la movilización total de la ciudadanía influiría decisivamente en el desarrollo de los acontecimientos. Nación en armas y movilización popular serían conceptos que conllevaron al inicio de una nueva forma de plantear la guerra. El 22 de febrero de 1793, la Francia revolucionaria ante la imperiosa necesidad de tropas para hacer frente a las potencias absolutistas decretaría la leva en masa (lévee en masse), ¿objetivo? Reclutar a 300.000 varones necesarios para contener en sus fronteras a todos sus enemigos. Decisión surgida con polémica y que acabó por afectar prácticamente a todos los hogares de Francia. Nos encontramos ante una innovación fruto de esta guerra. Paradójicamente, los revolucionarios galos imponían esta “cuota de sangre” entre la ciudadanía y extendían indirectamente la muerte al conjunto de la sociedad. Dentro ya de lo que fueron las campañas militares, la elección de la zona pirenaica oriental como campo de batalla se decidió, según los autores, ante los informes de la inteligencia que afirmaban el desplazamiento de tropas francesas de esta zona hacia Alsacia. Suponía un punto débil que había que aprovechar. El principal objetivo español no era quitarle provincias a Francia, como comentaba el conde Aranda al mando de la política borbónica, sino hacer entrar en razón a los revolucionarios mediante una invasión localizada donde la logística pudiese ser efectiva, las arcas hispanas no estaban para grandes avances, había que mantener las comunicaciones con la frontera española sin perder capacidad combativa. ¿Hasta dónde debería alcanzar la ocupación hispana? Pues todo parece indicar que sería la capital del Rosellón, Perpiñan, la meta final en la estrategia global de las tropas de Carlos IV. Así pues, nos encontraríamos con la Cerdaña y todo el frente este de la misma como principales zonas de combate. Es en estos lugares donde se llevarían a cabo las más destacadas batallas, siendo además en este apartado del libro donde la narrativa alcanza su máximo esplendor, la exposición de los movimientos y operaciones en un escenario tan peculiar que ofrecería la posibilidad de mostrar lo peor y lo mejor del arte militar. Destacado, y en esto hacen hincapié ambos autores, es el papel jugado por el más importante militar español en esta guerra, el general Ricardos. No hay ninguna duda de que uno de los objetivos de este trabajo es reconocer la figurar de este destacado profesional de la milicia, un hombre al que no se le ha hecho justicia y del que debería reconocérsele todo su buen hacer en el campo de batalla, excelente táctico que supo siempre ver los puntos flacos del enemigo y golpear con astucia y decisión, él fue sin menoscabo de otros de sus compañeros el gran protagonista de la Guerra del Rosellón y así se muestra en la obra.

La gran complejidad de este particular campo de batalla, junto a un pulso narrativo excelentemente planteado por los autores, donde la eficacia de las tropas españolas estuvieron sin ningún género de duda a la altura de los mejores ejércitos del momento, hacen de este trabajo una defensa a ultranza de los valores marciales de nuestras tropas, un alegato no basado en proclamas patrioteras, sino apoyado en fuentes documentales que intentan combatir la historiografía derrotista que siempre ha acompañado a esta guerra. La “nación en armas” francesa se enfrentó a un ejército donde las milicias populares también tuvieron su protagonismo, el voluntariado en España se presentó con más entusiasmo del que supondríamos a defender la patria. El fervor revolucionario entre la población francesa del Rosellón también quedaría cuestionado, las fuerzas españolas fueron numerosas veces recibidas como libertadoras frente al centralismo parisino; por supuesto esto no fue unánime, pero sí destacable. Las tácticas militares revolucionarias no brillaron tanto como se esperaba en este teatro de operaciones pirenaico, el fuego de infantería junto a asedios de fortalezas y los enfrentamientos cuerpo a cuerpo serían la nota predominante.

Estamos ante un destacado trabajo donde se reafirma el buen hacer de las tropas borbónicas ante la Francia revolucionaria, un frente con una gran dificultad operacional que alcanzó protagonismo pese a ser su logística mucho más modesta que la de otros frentes europeos. Se salvó el honor pese a la inferioridad de medios y así lo muestra esta sobresaliente obra.

Compra el libro

Ayuda a mantener Hislibris comprando LA GUERRA DEL ROSELLÓN (1793-1795). ESPAÑA CONTRA LA FRANCIA REVOLUCIONARIA de Alberto R. Esteban y Enrique F. Sicilia en La Casa del Libro.

Be Sociable, Share!