LA GRAN GUERRA DE CLASES 1914-1918 – Jacques R. Pauwels

La Primera Guerra Mundial 1914-1918, es junto a la Segunda Guerra Mundial uno de los hechos más trascendentales de la Historia del ser humano, y, también, uno de los temas más tratados en la historiografía. La Gran Guerra siempre aparece como un capítulo cerrado de la Historia, pero todavía queda mucho espacio para nuevas y originales publicaciones que tratan aspectos que hasta ahora habían pasado inadvertidos. Este es el caso de La Gran Guerra de Clases 1914-1918 del historiador belga Jacques R. Pauwels. Publicado originalmente en inglés en 2016, actualmente en español gracias al trabajo de Ediciones Edithor. El libro es sin duda una apuesta segura para conocer la perspectiva social-ideológica de un conflicto que transformó Europa y que, según el autor, dio inicio al siglo XX.

La obra se estructura en tres grandes partes, siendo a su vez dividida en treinta y un capítulos de diversa extensión. La primera parte, llamada ‘El largo siglo diecinueve, “madre” de la Gran Guerra’ está compuesto por los primeros nueve capítulos. En el mismo, y como el nombre indica, se estudian los antecedentes directos de por qué se produjo la Primera Guerra Mundial. Tras la revolución de 1789, y, sobre todo de las producidas en 1820, 30 y 48, Europa entra en un proceso de transformación muy dispar. En algunos países el auge del democratismo y el socialismo se consigue paso a paso, en otros esto se intenta retrasar al máximo. Las élites europeas ven con horror como el pueblo llano va ganando puestos en política. Aquí se nos presenta una de las teorías de Pauwels, que fueron las élites gobernantes las que organizaron la guerra mundial para evitar que las clases populares lograran ser importantes en la organización de los países. El historiador pone la lupa ante todo en el movimiento socialista, gran caballo de batalla de esta época y que produjo muchos sustos al sistema. Abundan del mismo modo los testimonios de las personas involucradas, y los escritos de época donde se defendían los diferentes puntos sociales. Son unos capítulos en los que se habla de burguesía, clases populares, nobleza, imperialismo y darwinismo social.

Tras estudiar los contendientes, haciendo referencia a las clases sociales, el autor muestra como Europa poco a poco se fue convirtiendo en un polvorín. Las élites gobernantes consiguieron un gran tanto al lanzar campañas imperialistas fuera de Europa. De estas campañas victoriosas – y muy rentables – se extrajeron tantos recursos que se pudo dar migajas a las clases bajas. No obstante, aunque se reconoce que la vida mejoró gradualmente en estas capas sociales, el proceso democratización siguió adelante sin detenerse. Quizá el reparto de migajas lo ralentizó, pero jamás se detuvo en estos años. El polvorín europeo nace de las políticas racistas, xenófobas y evidentemente belicistas que la élite comenzó a introducir en la estructura social para seguir combatiendo este avance gradual. En cada país nace un ultranacionalismo que ve al contrario como débil e incluso como una raza inferior a la que habría que eliminar. Personalidades de todos los ámbitos se unen para potenciar este tipo de pensamiento agresivo. La propaganda hizo que las proclamas fueran calando. Sin embargo, toda esta inversión debía sacar rentabilidad, concepto habitual del capitalismo financiero, porque el formar grandes ejércitos no sirve de nada si no se utilizan contra alguien. Es aquí donde Jacques R. Pauwels se moja en el tema y apuesta (con sobrada evidencia) que la guerra se planteó así para perdición del rebelde populacho y en beneficio de los grandes empresarios financieros.

Las expectativas se creían óptimas: guerra corta y victoriosa, máximo beneficio, pocas bajas, y legitimación del modelo socioeconómico imperante. Así llegamos a la segunda parte del libro, ‘La Gran Guerra de Clases 1914-1918’ que consta de nada menos que de diecinueve capítulos en orden cronológico. Una vez iniciado el conflicto, los meses de agosto y septiembre de 1914 fueron los de mayor efusividad social. Que el primer asesinado en la guerra fuera el líder socialista Jean Jaurès ya dice bastante. Dos meses en los que la élite se felicitaron. El discurso nacionalista había funcionado, los partidos socialistas colaboraban en el gobierno y los obreros dejaron el internacionalismo a un lado para enfrentarse en los campos de batalla. Pauwels acepta esto, pero lo matiza profundamente. La mayor parte de la población no fue a la guerra con entusiasmo, mayormente fueron con resignación y bajo presión. Líderes socialistas que apoyaron la guerra, la Iglesia, las clases altas-medias acusando de cobardía a los que no se alistaban. Fueron un conglomerado de razones. Las grandes pérdidas de estos meses y la realidad de que el enfrentamiento iba a ser largo eliminó rápidamente los ánimos. Comenzaba la extenuante guerra de trincheras em el Frente Occidental.

El historiador estudia en los siguientes capítulos muchas cuestiones. Por ejemplo, como la desilusión de otoño del 14 se transformó posteriormente en cansancio, indignación y finalmente en revolución. Jacques R. Pauwels investiga multitud de diarios de soldados, tanto alemanes, franceses e ingleses. Cómo la división de clases se mantuvo en las trincheras bajo el fuego enemigo entre oficiales y soldados. La vida en las trincheras, el barro, la muerte, la desesperanza. Todo esto se libera gracias a diarios, cartas, poemas ¡Y canciones! La música tendrá un gran peso para transmitir ese pensamiento que los soldados fueron formando de que habían sido capitalistas e industriales los que los habían llevado a tal situación. La Gran Guerra de Clases se muestra en todo su esplendor en los capítulos centrales del libro. Son apartados que de dura lectura por los asuntos que trata, es prácticamente imposible imaginarse lo que vivieron aquellos hombres. Hay un total de cinco capítulos que trata asuntos militares, muy breves, para ponernos en el contexto donde transcurren los hechos. La retaguardia, es decir, las ciudades, no se pierden del foco de vista del autor. Las “uniones sagradas” pronto se resquebrajan y las huelgas e insurrecciones empiezan de nuevo.

La sociedad civil comienza a cansarse tan pronto como en 1916, las numerosas bajas que siguen produciéndose, el congelamiento de salarios y el encarecimiento de la vida crispa los ánimos. Las huelgas se suceden ya hasta el final de la guerra en muchos lugares. De todas formas, la guerra continúa, la férrea disciplina que incluye la pena de muerte por deserción hace que los hombres se mantengan en sus puestos. También juega un papel importante la psique de la camaradería y el pensar en que las familias deben de estar orgullosas y no creerles cobardes por negarse a luchar. Poco a poco, el bloqueo británico a Alemania hace sus efectos, el desgaste funciona, pero son los ciudadanos corrientes quienes pagan. El año 1917 tiene como importante suceso la Revolución Rusa. A partir de aquí se introduce el elemento de “el bolchevique” o “el rojo” en las trincheras. Finalmente, en 1918 termina la guerra y los soldados llenos de barro y piojos pueden salir de las trincheras. El historiador no termina aquí su relato, ya que las manifestaciones continuaron hasta después de que callaran los cañones. La guerra que quería parar la revolución fue germen de esta. Las clases sociales consiguieron numerosos derechos, pero la élite indignada por haber perdido la partida siguió conspirando para dar marcha atrás al reloj del tiempo hacia antes de 1789.

La última parte del libro llamada ‘La larga sombra de la Gran Guerra’ engloba los dos últimos capítulos de la obra. Dos capítulos que estudian como esa élite siguió conspirando para conseguir su ansiado objetivo. La nueva carta que jugaron fue el financiamiento del fascismo, como bien demuestra Pauwels. La carta de la guerra se volvió a jugar, pero como en el 14-18 no salió bien. El surgimiento de la URSS y su evolución como una superpotencia puso en jaque a las élites, sin olvidar a la nobleza, hasta 1990 cuando el proyecto revolucionario implosionó (se hace mención a ‘El socialismo traicionado). Los últimos párrafos están dedicados a un breve estudio sobre la guerra de clases en la actualidad. En definitiva, estamos ante una obra que creo que puede que se vuelva imprescindible de aquí un tiempo. La lectura es amena, muy amena e interesante. Los temas tratados son diversos y las fuentes seleccionadas abundantes. La edición me parece exquisita al igual que la maquetación. Quizá el único fallo que le saco (pequeño) es que la bibliografía no está ordenada alfabéticamente. Por lo demás, Ediciones Edithor ha hecho un gran trabajo trayendo a una investigación de primera al castellano. Sin lugar a duda guardará un lugar especial en mi biblioteca.

Jacques R. Pauwels. La Gran Guerra de Clases 1914-1918. Ed. Edithor, Quito (Ecuador), 2019. 756 pp.

Be Sociable, Share!