Eslovenia, una esmeralda en el sur de Europa.

El ritmo de vida en Eslovenia parece tranquilo, pero no lo es. Llegas al hotel con la sensación de que el día está apunto de acabar y sin embargo sólo son las siete de la tarde. Al dar las diez te sientes realmente agotado. Recuerdo cuando Samir me dijo el primer día que lo habían mandado a la cama a las nueve de la noche y aunque me pareció temprano al llegar esa noche al hotel lo entendí.

Así que hoy, como de costumbre, salimos del hotel a las ocho de la mañana para recoger a los niños en la puerta del colegio. El programa era más que interesante: cascadas, lagos y casas antiguas.

El camino, lleno de un verde fresco y una bruma que hacía presagiar una fuerte lluvia (luego se quedó en nada), nos conducía hacia Oplen’s House en Studor(Pregunta:¿En qué zona del país se encuentra está población?).

Esta es una casa típica de principios de siglo pasado en una región donde la agricultura y la ganadería eran el principal medio de sustento. Más tarde la construcción del ferrocarril también trajo cierta riqueza, pero no para la familia que poseía está esta casa. No sólo eran pobres sino que una serie de catastróficas desdichas las llevó a una vida llena de penalidades. Si alguien está interesado en conocer el resto de la historia puede preguntar en los comentarios.

Os habéis fijado que pequeña son la habitación, el salón y la cocina. Ahí vivían cinco personas.

De aquí nos fuimos  a dar un paseo en barco por uno de los lagos, el Bohinj. La pena ha sido no tener un día soleado para un disfrute pleno de las vistas aunque he de deciros que no ha hecho falta.

Por si no habíamos abierto el apetito un pequeño paseo por el bosque nos llevó a un campamento scout para almorzar en la Bohinj school, donde la madre de María ( recuerdo, una de las maestras eslovenas) nos había preparado una rica comida.

Desde este maravilloso espacio salimos para que el autobús pudiera llevarnos a la siguiente parada: Savica waterfalls( ¿Podríais decirme, aunque sea por las fotos, qué significa está palabra inglesa?) 

¿Impresionante verdad? Nosotros lo disfrutamos muchísimo. La tarde se acababa y apresar de todo seguíamos con ganas de más. Así pues de vuelta al autobús y salida hacia la última parada Bled, de su pago una imagen con nosotros como figuras destacadas del resto la foto habla por sí sola.

Esta tarde vuestros compañeros Samir y David aprovecharon para hacer unas comprillas. Dan para mucho los días en Eslovenia o no.

Gracias a todos los que nos dejáis comentarios, desde Eslovenia besos a todos. En especial a los peques de 5 años que sabemos echan de menos a su seño María José.

Casi se me olvida….una pequeña lección de esloveno.

 

 

 

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