El Nocturno para viola y piano de Beethoven
El Notturno op.42 de Beethoven para viola y piano no fue escrito originalmente para viola y piano, sino que se trata de un arreglo realizado por F. X. Kleinheinz en 1797 a partir de la Serenata op.8 para violín, violonchelo y piano. El propio Beethoven corrigió y dio por bueno tal arreglo para su publicación en 1804.
No es el único caso en que Beethoven da su aprobación a que otros compositores arreglaran algunas de sus obras, si bien siempre quiso distanciarse de la autoría de los mismos, tal y como expresa en algún momento a su editor al referirse a este Nocturno: «Los arreglos no son míos, y a pesar de haber corregido algunos pasajes, no escribas lo he arreglado porque sería falso y no habría tenido la paciencia para hacerlo«.
Se trata de una obra que consta de siete movimientos, aplicando el estándar clásico de la época de alternar movimientos rápidos y lentos. De tal manera, ahora puede parecernos extraño que una obra denominada «Nocturno» comience con una Marcha; esto ocurre por la asociación proveniente del Romanticismo del término Nocturno a una música taciturna, melancólica y de gran lirismo, y principalmente por el tratamiento que hace de esta forma musical el genio polaco Frederic Chopin. Pero nada que ver en este caso, pues Beethoven utiliza un modo mayor de gran marcialidad, energía y tempo movido.
EL Nocturno supone un compendio de algunas de las formas musicales más utilizadas por el Beethoven clásico, apareciendo Adagios, Scherzos, Minuetto con Trio y hasta un Tema con variaciones. Sin duda una obra muy completa en cuanto a estructuras, riqueza sonora y explosión de elementos que conformarán la base para la transgresión beethoveniana posterior.
La alumna ha encontrado interesante la información expuesta en el artículo, ya que no la sabía. Considero de importancia conocer el contexto teórico previo a la interpretación de una obra musical, por lo que adelantar dicha información al trabajo práctico presencial de clase supone ofrecer un contenido que puede ya obviarse en el tiempo real lectivo. Ello supone un mejor aprovechamiento de la clase.
No obstante, en futuros artículos se podría fomentar algo más la investigación por parte de la alumna, y que no sea solamente un ejercicio lector. Ello puede conseguirse ofreciendo menos información explícita e incluyendo enlaces a informaciones que la alumna debe buscar, promoviendo así otras competencias educativas.