Mirar de reojo. Según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), es una locución verbal que, grosso modo, significa “mirar disimuladamente e incluso, a veces, con prevención hostil o enfado”.
Si echamos un vistazo a este mundo en el que nos ha tocado vivir y que tanto nos ofrece, nos daremos cuenta de que son muchas, demasiadas quizá, las ocasiones en las que se mira de reojo. Sin ir muy lejos, hay quien insiste en hacerlo ante la dramática situación que se vive de forma reiterada en nuestras fronteras con África. Esa África que siempre ha sido y sigue siendo mirada de reojo, y con recelo también, por la vieja Europa. Miles y miles de personas, muchas de ellas menores, se lanzan al mar e intentan alcanzar nuestras costas. Lo hacen sin dudarlo ni un segundo, escapando de la desesperación y en busca de dignidad. Personas que tienen nada o menos, y que esperan un poco de algo. Personas cuyo único pecado es haber nacido en un continente rico, pero expoliado durante siglos. Personas desconocidas y que quedan pronto en el olvido. No nos toca a nosotros, desde luego, arreglar desigualdades que son responsabilidad de los que nos gobiernan. Nosotros somos solo gotas de agua en un océano y es cierto que poco podemos hacer. Pero muchos pocos pueden convertirse en varios suficientes. Porque sí podemos ser nosotros los que no miremos de reojo hacia los que sufren, los desamparados, los que llevan tiempo pasándolo mal. Y no hace falta que salgamos de nuestro entorno más cercano para encontrarlos. Son muchas las familias que no llegan a final de mes o que no pueden permitirse más gasto que el imprescindible no prescindible. Una situación que se ha visto agravada este último año con la pandemia y que afecta a amigos, vecinos, familiares, compañeros, etc.
En cierto modo, podemos considerarnos privilegiados porque tenemos salud y trabajo. Pero hay muchos desfavorecidos. Y una mala racha la podemos tener todos. Todos somos candidatos a necesitar, en un momento dado, ayuda. Por eso, colaboremos todos en la GRAN RECOGIDA que tendrá lugar este próximo miércoles 26 y el jueves 27 y que ha sido organizada por nuestro centro, el AMPA Los Olivares y la Asociación Más Vida. Recordad que podemos aportar productos de alimentación no perecederos, artículos de higiene, aseo personal y limpieza, juguetes, material escolar, libros, ropa de verano en muy buen estado, artículos de playa, etc. A cambio, la Asociación Más Vida nos regalará una mascarilla artesanal, y por parte del centro y del AMPA habrá un detalle algo más dulce. Transmitamos este mensaje porque EL CONCHA MÉNDEZ CUESTA NO MIRA NUNCA DE REOJO.
Gracias a todos.
