En estos días se ha estado preparando la base sobre la que, próximamente, construiremos nuestro invernadero.
El lugar elegido es la parcela situada tras las escaleras, junto al colegio de primaria, por recibir más horas de iluminación solar y estar alejada de la sombra de los árboles.
La obra ha consistido en la abertura de una zanja con las mismas dimensiones del invernadero, de una anchura de 30 cm aproximadamente y una profundidad de 50 cm. Nuestros albañiles se han tenido que emplear a fondo pues, bajo la capa superficial de tierra, hemos descubierto que el suelo está formado de piedra.
El hueco se ha rellenado con una estructura de hierro, con el fin de dotarla de total rigidez y evitar que se deteriore con el paso del tiempo.
La obra ha finalizado con el cementado de la zanja.
Como detalle, se han reservado 3 huecos pasantes en la propia estructura, con el fin de poder introducir riego y electricidad dentro del invernadero.