Relato colectivo «¿Serás tú el siguiente? Capítulo 2

En el seno del Programa ComunicA y, con la finalidad de implementar la expresión y la comprensión escritas, en el I.E.S. Gamonares ha comenzado la construcción de un relato colectivo. Un miembro de nuestra comunidad educativa cuyo nombre no puedo desvelar aún ha creado este texto, que será continuado de forma anónima y discreta (al menos por ahora) por alguno de vosotros. Estad muy atentos, ya que podéis sentir la llamada de la forma más inesperada.

Capítulo 2: La escena

Ante la mirada del inspector se alzaba un barrio de casitas adosadas en las afueras de la ciudad. En la casa nº42 de la calle Clavel se encontraba delante de la puerta un hervidero de policías y personal de urgencias que hacían guardia indolentes en la fachada de la casa.

-Agente López si quiere puede esperar fuera.

-No se preocupe, señor, estoy bien entraré con ustedes.

-Fenomenal, dejémonos de chácharas y entremos al lugar del crimen.

El inspector Darío acompañado del agente López y la doctora Cáceres se dirigen lentamente a la puerta de la casa, mientras la doctora, los pone al día de la inspección y las sospechas que ella tiene acerca del cadáver.

A la entrada de la casa, todos estaban expectantes, ya que después de lo que le había contado la doctora no sabían lo que se podrían encontrar detrás de esa pesada puerta de madera maciza.

El hombre asesinado era D. Manuel Figueroa Núñez de Santaella, marqués de Montalbo, un rico terrateniente y exitoso empresario, recientemente divorciado de su esposa con la que había tenido importantes disputas por el reparto de los bienes matrimoniales, de los que se había hecho eco en los últimos meses la prensa del corazón. La doctora Cáceres cree que la causa de la muerte había sido provocada por un traumatismo craneoencefálico ocasionado por un fuerte golpe con un objeto contundente.

-Doctora, ¿A qué hora tuvo lugar la muerte?

-Por el estado del cuerpo parece que lleva dos días muerto, pero debido a la ola de calor la descomposición se ha acelerado.

-Uff, pues vaya olorcito debe haber ahí dentro ¿no?

-No se lo niego, la verdad es que es un olor tan desagradable que le levantaría el estómago a un muerto.

La casa disponía de dos plantas, acompañadas de un jardín delantero muy espacioso, lleno de flores y árboles frutales, un poco descuidado pidiendo a gritos el trabajo de un jardinero.

Tras la gran puerta de entrada, se encontraba un espacio confortable de una típica decoración minimalista, con escasos muebles pero de gran calidad en tonos blancos y beige, con una enorme televisión presidiendo el salón. Saliendo de ese enorme salón, los tres se dirigieron hacia unas escaleras en forma de caracol, con una enorme baranda tallada en madera, que desentona con la sencillez decorativa del resto de la vivienda. El piso de arriba se distribuía a lo largo de un angosto pasillo que conducía a las diferentes estancias, en el que se abrían enormes ventanas que daban a un patio interior con una gran piscina. Al fondo del patio se podía distinguir un pequeño habitáculo que parecía hacer las funciones de trastero.

Un cierto olor desagradable empezaba a ganar intensidad a medida que avanzaban a lo largo del pasillo y se acercaban al dormitorio principal.

-Parece que el cuerpo está cada vez más cerca, (dijo el agente López, tapándose su cara descompuesta con un pañuelo).

-Sí, el cuerpo fue hallado detrás de esa puerta que es el dormitorio principal.

-Vamos allá, muchacho si quieres no entres.

-No se preocupe señor estaré bien, estoy preparado para lo que nos encontremos detrás de esa puerta.

Tras la pausa, el inspector Darío decidió entrar a la habitación en la que se encontraba el cadáver.

El inspector alargo la mano rozando el pomo de la puerta del dormitorio.

-Este olor es muy desagradable doctora.

-Lo sé, pero debemos entrar para averiguar lo que ha pasado y cuál es la causa de la muerte de este hombre.

-Tome este pañuelo y cuando sienta que no puede más con el olor y que va a vomitar, huélalo.

-Muchas gracias doctora, esto me ayudará a soportar ese olor.

El espectáculo era dantesco, un cuerpo de mediana edad semidesnudo tirado en el suelo presidia la escena. El espacio era amplio presidido por una gran cama con dosel y a sus pies se encontraba el cadáver tendido bocarriba sin ninguna señal aparente de violencia.

-Inspector Darío, aunque a la vista no tenga indicios de violencia en su nuca presenta un fuerte hematoma provocado por un objeto contundente.

-Doctora, ¿Podría ser que el hematoma y la muerte fueran causados por el palo de golf que se encuentra tirado a los pies del sujeto?

-Seguramente sea el responsable de la muerte, pero hasta que no se analice no podemos asegurar nada.

A la misma vez que el Inspector Darío y la doctora analizaban el cadáver, al Agente López se le empezaba a descomponer todo el cuerpo. Su cara estaba cambiando de color, una palidez marmórea  empezaba a dibujarse en su rostro. Hasta que sin poder remediarlo y sin tiempo para abandonar la habitación empezó a vomitar lo poco que tenía en su estómago.

 

 

 

Deja una respuesta

Descripción general de privacidad

Este sitio web utiliza cookies para que podamos brindarle la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en su navegador y realiza funciones como reconocerlo cuando regresa a nuestro sitio web y ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones del sitio web le resultan más interesantes y útiles.