El 28 de febrero se acerca, y con él, una fecha clave para nuestra tierra: el Día de Andalucía. Una jornada en la que recordamos nuestra historia, nuestra identidad y el espíritu de un pueblo que lucha por su autonomía y su cultura.
Para empezar el día como se merece, nada mejor que el típico desayuno andaluz: pan rústico, aceite de oliva virgen extra. Un bocado sencillo, pero lleno de tradición y sabor, reflejo de nuestra esencia mediterránea y de la importancia del campo andaluz.
Este desayuno no es solo un placer gastronómico, sino también un símbolo de unión y orgullo. Es una forma de compartir nuestras raíces y recordar la importancia de Andalucía en nuestro día a día.
Tras el desayuno en el recreo se ha leído un manifiesto y se ha escuchado el himno de la comunidad autónoma.
¡Celebremos juntos este día tan especial! 💚🤍💚