Si Franco levantara la cabeza…
Por Inés Barrios Tejada, de 4º de ESO-B.
El capítulo “El genocidio franquista fundacional” (“El país de la desmemoria”, Juan Miguel Baquero Zurita, 2018) habla principalmente del genocidio franquista, tanto durante la guerra como, sobre todo, después de acabada, en la que siguió asesinando a gente considerada “anti España” para poder llevar a cabo aquella “limpieza necesaria” que proclamó Franco a un periodista norteamericano. Una “limpieza”, es decir, un genocidio que fue planificado por mucha gente desde tiempo antes de dar el golpe de estado, que fue sistemático y que contó con una serie de leyes que lo justificaba”.
A mí me gustaría hablar sobre mis familiares acerca de este tema ya que he conseguido saber cómo se vivió esto en familia. Un día, el tío de mi abuelo, un joven que vivía en Píñar, fue trasladado junto a otros hombres para jamás volver. Tras esto, mi bisabuela comenzó su luto por la muerte de su hermano. Asimismo, esta mujer fue una sufridora. Poco tiempo después metieron a su marido en la cárcel por ser «rojo».
Actualmente se dice, sobre todo entre los jóvenes, que Franco mató igual que lo hicieron los contrarios, pero a lo largo del capítulo podemos ver varios hechos y testimonios que demuestran que su objetivo, el de los franquistas, el de todos los que se levantan contra la República y la democracia, era eliminar a toda la población con ideales contrarios cueste lo que cueste. Y así el sufrimiento que les causaron a miles de familias. Mi bisabuela, a cargo de seis niños, todas las semanas recorría unos 30 km (11 km andando y el resto en tren) simplemente para llevarle comida a su marido a la cárcel, porque ni eso se merecía por “rojo”. Cuando Franco murió nadie en mi familia se alegró, no cabía la felicidad en sus vidas. Nadie les podía quitar el dolor y la desesperación de vivir con tantísimo miedo. Un miedo que no desapareció cuando murió el genocida ese miedo y hoy en día sigue muy presente.
Algunas veces escucho entre nosotros los adolescentes frases del estilo: “Si Franco levantara cabeza y viera esto”… ¿y viera qué?, ¿cómo la gente es libre o cómo por fin los familiares están recuperando a sus víctimas? Yo lo que me pregunto ahora es que si mi bisabuela levantara cabeza y viera cómo todos los jóvenes idolatran a un genocida que destrozó la mitad de su familia, qué pensaría. Creo que no encuentro respuesta para esto, y es que lo que pasa actualmente es inexplicable y da miedo.
El otro día en TikTok vi un video de un señor mayor y su mujer que eran entrevistados por la calle. El señor hablaba aunque no respondía a las preguntas del entrevistador, pero afirmó que con Franco podían tener la puerta de la casa abierta toda la noche sin preocupaciones. Esto me sorprende porque ni siquiera podías salir a la calle con total libertad. Y, bueno, la mujer ni siquiera abrió la boca. Tras esto, leí algunos comentarios apoyando en su totalidad la respuesta del hombre y otros que decían pues que hicieran lo que Franco decía y ya está, pero dudo mucho que a ellos les gustara vivir de rodillas en situaciones tan lamentables.
Volviendo al tema del capítulo, el dolor sigue en la actualidad y no se irá porque hay tantos muertos desaparecidos y sin identificar en fosas y cunetas que parece imposible. Incluso mi abuelo habla de su tío como un muerto más, sin esperanza de poder enterrarlo en una tumba junto a otros familiares y mantener su memoria. Yo, sinceramente, hay veces que pierdo la esperanza en cuanto a las personas que no quieren ver el dolor que siente una parte muy importante de España.