El pasado miércoles, 20 de noviembre, se inauguró a la puerta del Edificio Santi Rodríguez de nuestro centro una escultura contra el acoso denominada NO MORE BULLYING. Esta obra de arte ha sido realizada por las manos expertas del hacedor de cosas y padre de alumnas del instituto Ramón Figueroa Hortelano.

Asistieron al acto, además del propio Ramón Figueroa, Dña. Ana López Delgado (Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Jaén y madre de un alumno del centro), D. Eufrasio Castellano Luque (Inspector de la zona), D. Manuel Díaz Fernández (Vicedirector del instituto), Dña. Magdalena Puerta Ramos (Presidenta del AMPA Cañadahonda), D. Francisco Amezcua Guerrero (Director del CEIP San Marcos, centro de referencia), Dña. Lucía Marín Medina (profesora de Inglés y Jefa del Departamento de Proyectos Internacionales), Dña. Almudena Pegalajar Navarro (Orientadora de nuestro instituto) y Dña. Ana Belén Torres Cazalla (profesora y Jefa de Departamento de Biología y Geología).

Aquí puedes leer el discurso de inauguración

Buenos tardes a todos y todas.

Hoy estamos aquí reunidos para un momento que trasciende las palabras: la inauguración de esta escultura, un símbolo que busca representar nuestra firme lucha contra el acoso en todas sus formas.

El bullying, en cualquiera de sus manifestaciones, deja cicatrices que no siempre son visibles, pero que afectan profundamente a quienes lo padecen. No podemos ni debemos ser indiferentes. Este monumento no es solo un recordatorio de la importancia de combatir esta problemática, sino también una llamada a la acción para construir una sociedad basada en el respeto, la empatía y la solidaridad.

Cada uno de nosotros tiene un papel en este esfuerzo. Desde los colegios, las familias, las instituciones y las comunidades, podemos ser agentes de cambio. Debemos escuchar, apoyar y proteger a quienes han sufrido acoso y, al mismo tiempo, educar para prevenirlo.

Esta obra no es solo un homenaje a las víctimas, sino también una promesa colectiva de no mirar hacia otro lado, de no callar frente a la injusticia. Es un reflejo de nuestra aspiración de ser mejores, de promover entornos donde cada persona pueda ser libre de ser quien es, sin miedo al rechazo ni a la exclusión.

Hoy dejamos aquí este símbolo, pero más importante aún, nos llevamos con nosotros un compromiso: el de no permitir que el acoso tenga lugar en nuestras vidas, ni en nuestra sociedad.

Gracias por estar aquí, por formar parte de este cambio y por ser parte de esta comunidad que elige siempre el respeto y la humanidad.

Juntos, podemos marcar la diferencia.

Muchas gracias.