Al cabo de unos meses, Hasley tuvo que confesarle a Luke que le había engañado con Carlos. Y él, con su ira y rencor, cogió un cuchillo muy afilado y ya por la noche fue a casa de Carlos y esperó hasta que salió a tirar la basura. Lo cogió por el cuello y le rajó con el cuchillo y empezó a verlo desangrarse.
La policía investigó y pillaron a Luke. En el juicio, fue condenado a morir en la silla eléctrica cuatro días después. Hasley, derrumbada, decidió encontrarse con Luke pegándose un tiro.







