Ahí estaba yo, Pedro Franco Navarro, en un barco con destino a una isla en medio del mar. Vestido con una camisa y unos pantalones grises cortos, con el pelo negro, ojos marrones, boca grande y nariz chatuda. Y os preguntaréis varias cosas: ¿por qué estaba allí?, ¿con quién?, ¿por qué voy hacia una isla?, etc.
Bueno, voy a empezar por el principio. Todo empieza hace dos meses. A mi familia le querían quitar la casa y nosotros no teníamos dinero para pagar. Entonces se me ocurrió viajar a una isla para encontrar un tesoro. Y le pregunté a Jaime, mi mejor amigo, si venía conmigo y este me dijo que sí.
Decide: