El nombre de la rosa
Esta semana es Juan, nuestro amado y nunca bien ponderado administrativo, quien nos recomienda una buena lectura. El nombre de la rosa le gustó porque su intriga es absorbente, y porque se aprende mucho del período de la historia en que se enmarca y se descubre cómo vivían las gentes en los campos y en los monasterios de esta época, por cierto muy dura.