No sé si alguna de las personas que puedan acceder a este blog del centro sobre nuestro proyecto Erasmus + ha tenido la sensación de revivir una de las pruebas que acontecen en la película de animación creada por los inmensos René Goscinny y Albert Uderzo que se conoce como Las doce pruebas de Asterix. Nosotros, al menos, si hemos tenido esa sensación.
Cuando esta semana el profesor que hemos nombrado como nueva persona de contacto con el SEPIE, y que es el coordinador de nuestro proyecto Erasmus+, me comentó que había tenido problemas con mandar los archivos, o que le daban error, inicialmente, ese envío, he revivido el largo y tortuoso camino que hemos tenido que recorrer hasta llegar hasta aquí. Y eso me ha remitido a esas películas animadas de Goscinny y de Uderzo – pura cultura europea- que tanto han entretenido a mis hijos…y – habrá que reconocerlo- a mi mismo.
Se trata de una de sus aventuras y, básicamente, consiste en que Julio César tras ser informado del desánimo de sus legionarios tras ser derrotados por la aldea gala de Asterix y Obelix, tanto que comienzan a pensar que son dioses, toma la decisión, junto a su consejo, de ir a Armórica, para hablar con Abraracúrcix, el jefe de la aldea, y le propone al mismo una serie de doce pruebas, inspiradas en los famosos doce trabajos de Hércules. Abraracúrcix reúne a sus mejores guerreros, Astérix y Obélix, para responder al desafío. El romano Caius Pupus es enviado con ellos para guiarlos y asegurarse de que cumplan cada prueba.
Pues bien, la peor de las prueba a la que deben enfrentarse Asterix y Obelix es la octava, y se trata de una prueba ante la administración.
Han de encontrar el Formulario A-38 en la bien llamada la «Casa que Enloquece» – una transposición de la administración romana-, que viene a ser una locura. Se trata de un edificio de varias plantas, donde trabajan burócratas que redirigen a sus usuarios a otros burócratas .
Ante el reiterado envío de una ventanilla a otra, los galos empiezan a enloquecer. Astérix sólo logra derrotarles cuando empieza a preguntarles sobre un formulario imaginario, el A-39, supuestamente requerido por el nuevo decreto, la «circular B-65», y consigue que los trabajadores caigan víctimas de su propia locura y sumiendo el lugar en un caos. Finalmente, el prefecto les da el formulario A-38 y enloquece del shock.
Esta es , en ocasiones, la sensación que hemos tenido con la administración hasta llegar a conseguir nuestra acreditación. Os lo relato
Hasta llegar aquí con la gestión directa de un proyecto Erasmus + hemos de reconocer que hemos realizado una larga travesía que, en ocasiones, nos ha parecido el ya señalado largo y tortuoso camino del titulo de esta entrada.
Iniciamos el proceso de acreditación en el mes de octubre de 2022. En esa fecha se presenta proyecto para la acreditación. Fácil, pues parte del mismo estaba ya planteado desde el año 2020, aunque se incluyen en el mismo nuevos aspectos para el proyecto. Ante nuestra sorpresa descubrimos que tenemos un código de identificación como organización (OID).
En diciembre de 2022 se publica la resolución provisional de solicitudes admitidas y excluidas. Aparecemos excluidos por falta de documentación pero nos dan las instrucciones de subsanación (KA120). Se procede a la subsanación (30 /12/22).
En enero aparemos en la resolución definitiva de solicitudes admitidas y excluidas y aparemos en el listado de admitidos
En febrero se publica la resolución provisional de solicitudes seleccionadas y rechazadas y nos notifican que estamos seleccionados para la acreditación de Erasmus +. En ese mismo mes recibimos por parte del SEPIE que comprobemos el estado del OID. Comprobamos que tenemos la documentación requerida.
El 21 de febrero de 2023 aparecemos como centro acreditado para el periodo 2023- 2027, lo que nos satisface, pues era un objetivo a cubrir.
En marzo presentamos movilidades:
• 2 visitas preparatorias (job shadowing) o trabajo de observación
• 6 actuaciones de formación en el extranjero para el profesorado
En abril de ese año se publica la resolución provisional de solicitudes admitidas y excluidas y nos notifican defecto de forma en alguna documentación. Se presenta para subsanación.
En mayo comienza el calvario: la identificación webgate .
- Se nos informa de la existencia de incidencias en los documentos y/o datos obligatorios de la institución solicitante del proyecto.
- En ese momento descubrimos la existencia de otra plataforma en la gestión de la misma está en manos de otro titular, por lo que no nos reconoce e identifica a otra persona como administrador de la OID
- Durante este mes de mayo cruzamos con el SEPIE un total de 4 correos para intentar solventar las dificultades.
Días después, una vez publicada la resolución definitiva (26 de mayo de 2023) en la que se nos concede las movilidades previstas, ante un escrito reiterando que estamos pendientes del cambio de administrador, admiten nuestra renuncia a fecha de 30 de mayo.
En junio de 2023 se envía el último documento para la solicitud de cambio de administrador, pero tras multitud de llamadas y correos , el día 5 se hace oficial el cambio en la titularidad del administrador de la webgate, quedando por oficializar algunos documentos que hemos de subir en la plataforma en esa misma semana.
El 12 de junio nos envían las cartas de acreditación 2023. Se firma el día 13 de junio, pero al día siguiente se nos informa que la carta de acreditación emitida por el SEPIE contiene un error en la fecha. Estamos pendientes de respuesta.
En la última resolución publicada esta semana aparecemos como centro adjudicado, aunque sin dotación económica – esa fue una decisión nuestra de última hora- dadas las inquietudes para el curso 23/24. Este fue durante el curso 22/23 nuestro particular calvario.
Reconocemos que las gestiones realizadas para el curso 23/24 han sido bastante más placenteras y satisfactorias, aunque no sin algún sobresalto, un contratiempo en las cuentas de contacto- pero esa es otra larga historia que debe ser contada en otro momento.