La semana pasada este país sufrió un mazazo por parte de la naturaleza. Una gota fría, eso que en la actualidad, también se le conoce con el nombre de DANA. Éste es el acrónimo de “Depresión Aislada en Niveles Altos”.
Una DANA es un sistema de baja presión o depresión en los niveles altos de la atmósfera, que se ha separado totalmente de la circulación general atmosférica y que ,en nuestro caso, de la circulación zonal del oeste.
Las DANA pueden manifestarse durante días, presentando trayectorias erráticas, pudiendo llegar a ser retrógradas, con movimiento de este a oeste.
Estas situaciones de DANA son potencialmente peligrosas sobre todo a finales del verano y el otoño en la zona mediterránea, cuando la temperatura superficial del agua del mar es elevada, lo que favorece mayores desarrollos nubosos, lo que puede dar lugar a lluvias más fuertes que en ocasiones provocan inundaciones. En Valencia, por desgracia, lo han vivido – lo están viviendo- de manera brutal.
Por supuesto, desde el IPEP de Córdoba, transmitimos nuestro más sentido pésame y nuestra solidaridad a todas las personas afectadas por las pérdidas humanas y materiales ocasionadas por esta devastadora DANA que arrasó la semana pasada algunas localidades de la Comunidad Valenciana.
¿Por qué hablamos aquí, en un blog sobre la Unión Europea de lo acontecido?
Básicamente , se debe para dar a conocer y poner en conocimiento público de un mecanismo que tiene la UE para intervenir en un país siempre que la magnitud de una emergencia humanitaria sobrepase las capacidades de respuesta de un país. Este mecanismo se conoce como Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea. El mismo permite una asistencia coordinada de los Estados participantes.
Este Mecanismo existe desde el año 2001 y se ha activado más de 700 veces para responder a emergencias. El objetivo de este Mecanismo es reforzar la cooperación entre los países de la UE y diez Estados participantes en materia de protección civil pero además tiene una vertiente didáctica pues sirve para mejorar la prevención, la preparación y la respuesta ante catástrofes.
El Mecanismo agrupa las capacidades de respuesta de todos los países de la UE y de 10 estados participantes entre los que se encuentran Albania, Bosnia y Herzegovina, Islandia, Moldavia, Montenegro, Macedonia del Norte, Noruega, Serbia, Turquía y Ucrania que se han ido sumando a esta necesaria iniciativa .
El Mecanismo puede desplegarse tanto para países de la UE como en cualquier parte del mundo siempre que el mismo lo solicite.
La Comisión desempeña un papel fundamental en la coordinación de la respuesta a las catástrofes en todo el mundo, contribuyendo al menos con el 75 % de los costes de transporte y/o operativos de los despliegues.
Lo cierto y como lo estamos viviendo en nuestro propio país es que los desastres no avisan ni tan siquiera tienen fronteras. Afectan a cualquiera y a cualquier espacio. Estos desastres como ha ocurrido en nuestro caso puede estar propiciado por la naturaleza o por las actuaciones humanas y pueden afectar simultáneamente a uno o varios países sin previo aviso.
Una respuesta conjunta bien coordinada significa que, cuando se produce una emergencia, se cuenta con un único punto de contacto en lugar de múltiples.
Un enfoque conjunto ayuda además a aunar la experiencia y las capacidades de los primeros en responder, evita la duplicación de esfuerzos de socorro y garantiza que la asistencia satisfaga las necesidades de los afectados. Además una acción conjunta permite a los equipos comprender mejor los diferentes enfoques y trabajar de manera intercambiable cuando ocurre un desastre.
La puesta en común de las capacidades y habilidades de protección civil permite una respuesta colectiva más fuerte y coherente.
Desde su creación en 2001, el Mecanismo de Protección Civil de la UE ha respondido a más de 700 solicitudes de asistencia dentro y fuera de la UE. A raíz de una solicitud de asistencia a través del Mecanismo, el Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias (CECR o ERCC en sus siglas en inglés) moviliza asistencia o experiencia.
Este CERC garantiza el rápido despliegue de apoyo de emergencia a través de un enlace directo con las autoridades nacionales de protección civil que además moviliza a equipos especializados, como en este caso equipos de búsqueda y rescate y/o equipos médicos, aunque también pueden ser artículos imprescindibles para los afectados por el desastre de la DANA como botiquines de primeros auxilios, equipos de refugio, equipos contra incendios, bombas de agua, generadores de energía y combustible..
Como apoyo técnico cuenta el CERC con los mapas satelitales elaborados por el Servicio de Gestión de Emergencias de Copernicus que también respaldan las operaciones de protección civil. Copernicus proporciona información geoespacial precisa y oportuna que resulta útil para delimitar las zonas afectadas y planificar las operaciones de socorro en caso de desastre. Y en el caso de lo ocurrido en Valencia podría ir acompañada de la ayuda humanitaria de la UE.
En 2019, la UE modernizó el Mecanismo de Protección Civil de la UE y creó rescEU con el fin de proteger a los ciudadanos de los desastres y gestionar los riesgos emergentes. Este programa o mecanismo -RescEU- es financiado íntegramente por la UE, y con el mismo reforzamos la preparación europea ante catástrofes naturales como la ocurrida , pero también aumenta la capacidad de respuesta a crisis en Europa, como incendios forestales, emergencias médicas, incidentes químicos, biológicos, radiológicos y nucleares, necesidades de refugio, transporte de emergencia y suministro de electricidad.
En 2023, el Mecanismo se activó 66 veces (desde su inicio en 2001, se ha activado más de 700 veces) para responder a guerras como la de Ucrania; incendios forestales que se han dado en Europa como en Portugal y Grecia ; en terremotos como los de Siria y Turquía o dando cobertura consular.
Puede que sea el momento de solicitarlo.