La jornada del jueves se centró exclusivamente en una visita cultural a Belgrado, la capital del país serbio. Comenzamos visitando el templo de Saint Sava. Se trata de la Iglesia ortodoxa más grande de los Balcanes.
El templo está dedicado a San Sava. La construcción de este templo se inició en 1935 y todavía no ha finalizado, ya que solo se financia a través de las donaciones de los fieles. En su parte interior, se encuentran mosaicos que cubren las paredes que relatan historias religiosas y patrióticas, vidrieras y una gran cúpula central, la cual, junto a su imponente fachada de mármol blanco, dominan el paisaje de la ciudad. Es un sitio de gran importancia religiosa, histórica y cultural.
A continuación nos dirigimos al Museo Tesla, el cual está dedicado a la vida y obra de Nikola Tesla, el famoso inventor y pionero de la electricidad. Fundado en 1952, alberga una gran colección de documentos, fotografías, modelos de sus inventos y su urna con cenizas. El museo ofrece exhibiciones interactivas que muestran sus descubrimientos en corriente alterna, radio, rayos X y más. Es un destino popular para los amantes de la ciencia y la tecnología.
Nuestra tercera visita fue el Museo Nacional de Belgrado. Se trata del más grande y antiguo de Serbia, fundado en 1844. Se encuentra en la Plaza de la República y alberga una impresionante colección de más 400.000 objetos, que incluyen artefactos arqueológicos, pinturas y esculturas.
Su colección abarca desde la prehistoria hasta la actualidad, con obras de artistas serbios y europeos como Rembrandt, Rubens y Picasso. Es un lugar imprescindible para conocer la rica historia y el patrimonio cultural de Serbia.
Finalmente, nos dirigimos a la Fortaleza de Belgrado, uno de los monumentos más emblemáticos de Serbia y con una historia que se remonta a más de 2.000 años. Ubicada en la confluencia de los ríos Danubio y Sava, ha sido testigo de numerosos conflictos y cambios de civilización. Dentro de sus murallas se encuentran el parque Kalemegdan, el Museo Militar y varias iglesias históricas. Ofrece impresionantes vistas de la ciudad y es un lugar ideal para pasear y explorar la historia de Belgrado.