Fotosíntesis
La fotosíntesis o función clorofílica es la conversión de materia inorgánica a
materia orgánica gracias a la energía que aporta la luz. En este proceso la energía lumínica
se transforma en energía química estable, siendo el NADPH (nicotín adenín dinucleótido
fosfato) y el ATP (adenosín trifosfato) las primeras moléculas en la que queda almacenada
esta energía química. Con posterioridad, el poder reductor del NADPH y el potencial
energético del grupo fosfato del ATP se usan para la síntesis de hidratos de carbono a partir
de la reducción del dióxido de carbono. La vida en nuestro planeta se mantiene
fundamentalmente gracias a la fotosíntesis que realizan en el medio acuático las algas, las
cianobacterias, las bacterias rojas, las bacterias púrpuras, bacterias verdes del azufre, y en el
medio terrestre las plantas, que tienen la capacidad de sintetizar materia orgánica
(imprescindible para la constitución de los seres vivos) partiendo de la luz y la materia
inorgánica. De hecho, cada año los organismos fotosintetizadores fijan en forma de materia
orgánica en torno a 100 000 millones de toneladas de carbono.