Aunque el sacapuntas como tal ya estaba inventado y patentado, fue un español el que, inspirándose en el molinillo de café, diseñó el primer sacapuntas de manivela en 1945. Trabajaba en la fábrica «El Casco», en el País Vasco, que todavía funciona en la actualidad. El primer modelo pesaba 1,29 kg. No era de bolsillo, desde luego, pero cumplía su función. No se conserva el original. Yo he modelado el que se fabricó en serie siguiendo el diseño de Urresti.
Había que atornillarlo al escritorio para que funcionara con comodidad.
El sistema funcionaba con una manivela que hacía girar dos muelas de acero inclinadas. Las muelas tenían unos filos en espiral que rebajaban la madera y el grafito de lápiz con la inclinación adecuada. También los hay con una sola cuchilla.
Dos cristales en cada costado permitían supervisar la operación.
El lápiz se colocaba en la boquilla, que tenía tres palas ajustables (por medio de una palanca) que lo sujetaban mientras se afilaba. Un sistema parecido al diafragma de una cámara fotográfica.
Tenía en la «panza» una portezuela deslizante para evacuar los restos de madera y grafito.
El sacapuntas se hacía su propia publicidad (buena estrategia).
Fue considerado como ejemplo paradigmático de diseño industrial.
Veamos la malla:
Aquí se puede interactuar con el modelo: