El trabajo de la descripción de seres o lugares es una constante en nuestras aulas. A menudo pedimos a nuestro alumnado que invente personajes o criaturas fantásticas (imaginándolos o dibujándolos) para posteriormente poder describirlos de forma oral o escrita. El utilizar herramientas tangibles (ladrillos de construcción en este caso) ofrece un estímulo extra muy beneficioso que dispara la creatividad y potencia la inteligencia visual espacial.
Ejemplos de variantes:
En niveles inferiores (educación infantil) realizar únicamente la descripción oral (y no escrita).
Realizar la descripción por parejas.
Diseñar criaturas con gamas de colores específicas (colores cálidos, fríos…) y relacionar a las criaturas creadas con elementos de la naturaleza (el agua, el fuego…).