Caso «Haz lo que digo, pero no hagas lo que hago»

Es posible que alguna vez alguien te diga algo incoherente con lo que hace, te dice que hay que ser ordenado, pero cuando ves su mesa de trabajo esta toda liada de papeles, se quejan cuando no llegas bien a tu hora, pero cuando se retrasan 15 o 20 minutos es lo que hay. De esto vamos a hablar hoy de cuando te dicen «haz lo que digo, pero no hagas lo que hago», este tipo de cosas suele genera muchos conflictos entre madres y padres, con sus hijos e hijas. 
«Haz lo que digo, pero no hagas lo que hago» 
Caso I 

Andrés es padre de Carlos de 19 años, viene a mi consulta porque quiere saber cómo hacerle entender a su hijo que no puede ser tan desordenado, ya no sabe qué hacer para que hablar sobre el tema no llegue a discusión y si a una situación aceptable. 

Como padres y madres hay que ser conscientes del ejemplo que suponemos para nuestros hijos e hijas. Lo primero que debemos hacer es ser buenos modelos, no es coherente decirle a nuestros hijos e hijas que sean ordenados si nosotros no lo somos. En el caso que estamos viendo Andrés es un poco desordenado, mi recomendación es que llegue a un pacto con su hijo dándole ejemplo empezando por sí mismo en su propio desorden, implicará un ejemplo positivo y la acción de cumplir un compromiso. 
Caso II 


Marta madre de Ángel de 7 años viene a mi consulta preocupada y molesta porque su hijo habla siempre a gritos, y por mas que le insiste en que no se habla así a la gente, este no deja de hacerlo. Me confiesa que ha ella no le molesta en la casa, pero cuando va por la calle a notado que la gente se queda mirando al niño y no le gusta esa situación. 

Lo primera que hay que detectar en este caso es si hay alguien en la familia que habla con un tono elevado de voz. En este caso es el padre, y la madre está acostumbrada a ese tono en casa por eso no le ha llamado la atención hasta que ha salido a la calle. La mejor manera de solucionar ese problema, es que cuando se hable con el niño siempre sea en un tono mucho más bajo del que este utiliza normalmente, así poco a poco iremos entrenándolo en hablar en un tono más normal, y habría que conseguir la colaboración del padre para hablar en un tono más bajo y ser un buen ejemplo para el niño.

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