¡QUÉ SUERTE HEMOS TENIDO!
Un proyecto arrastrado desde 2019 para aprender a través de la observación del que nos faltaban dos movilidades y al que aún no damos fin con nuestro viaje a un colegio de Eslovenia porque nos queda contar, difundir, implementar nos trajo la frase que titula la entrada de hoy.
¡Qué suerte hemos tenido con los vuelos! Cuando contactamos con la agencia de viajes ya sabíamos que no queríamos vuelos con escalas por varias razones: porque encarecen los costes, porque gastamos mucho tiempo en aeropuertos y porque de camino aportamos nuestro granito de arena a la hora de reducir la huella medioambiental durante las actividades de movilidad. Y sin embargo, las única opciones que encontramos cuando empezamos nuestra búsqueda eran estas. Ya sabréis que la emoción por los viajes siempre produce desvelos y mi compañera, novata en estas lides, dedicó las suyas a rastrear por aeropuertos, estaciones de autobuses y de tren hasta dar con la combinación perfecta.
¡Qué suerte que pudimos coger el autobús! Bajar del avión, salir del aeropuerto, preguntar-preguntar-preguntar, telefonear, esperar un poquito más de lo previsto… ¡al final lo cogimos! ¡Qué suerte que nuestros hoteles se encontraran siempre a tiro de piedra de estaciones de tren y paradas de autobús! Aunque no fue pura casualidad sino fruto del trabajo coordinado de Sonia, mi compañera, y Beli, nuestra asesora en viajes.
Fuimos unas suertudas porque la casualidad fue nuestra compañera de viaje. Nos hizo estar en el momento adecuado en el sitio oportuno, porque acertamos en todas y cada una de las elecciones que hicimos. Nos ha traído remolinos de trabajo, momentos de crecimiento y risas con sonrisas a raudales muchas veces al día.
¡Qué suerte cuando en nuestro primer día en Eslovenia dejó de llover y se puso a nevar! Llovió, nevó y volvió a llover cuando continuábamos con nuestros paseos por la ciudad. No digas que no lo fuimos.
¡Qué suertudas al elegir el centro de acogida! La hospitalidad con la que nos acogieron, la de anotaciones que hicimos, las ideas y propuestas que nos trajimos,… Brrrrr!! ¿Acaban los aprendizajes con las movilidades? Las dudas me hacen tambalear.
Pero sabed que no ha sido la suerte al encontrar acomodo en vuelos; que no el tropezarnos, por casualidad, un reloj que al dar las horas nos mostró unas figuras danzarinas; no lo fue el disfrutar de casi todas las estaciones del año en una semana de movilidad,… Quizás fue decidir en su momento posponer antes que renunciar. A lo mejor, llegar con salud y poder disfrutar. Quién sabe si fue encontrar a la compañera ideal.
Guadix, donde la tierra te abraza, a 17 de abril de 2022 Maite
Maite
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VIICCLXXXIV-XXV
Que palabras más bonitas. Que suerte he tenido de poder compartir esa experiencia contigo.
Pues sí que sí, tuvimos un tiempo excelente, muy buena compañía y ¡mucha suerte!
Gracias guapa.