CRECIMIENTO EN CASA

 

El mes de julio de 2020 mi centro se sumó al Refuerzo Estival como una de las opciones más válidas para facilitarnos/les (a nuestro alumnado y sus familias) la vuelta a la normalidad. Aparte de matemáticas, lengua, inglés y educación física decidimos apostar por actividades que multirrespondieran a los objetivos propuestos siempre desde la diversión y el disfrute: pintamos itinerarios y rayuelas en el patio del colegio, hicimos piezas y tableros para jugar al Solitario inglés  y cambiamos el color a seis o siete armarios. La mayoría de estas tareas fueron triunfando desde el principio, excepto los muebles que estaban quedando fatal por nuestra falta de pericia. El acierto fue hablar con Candy Iguiño Barragán y pedirle permiso para usar sus lindas ilustraciones con la intención de disimular santos.

Hay amistades que surgen con propuestas de colaboración; muchas, tras correos de agradecimiento. Algunos de estos encuentros quedan en lindos recuerdos, otros acampan en «London» de nuestro corazón. Hay que perder la vergüenza para acercarnos y decir: Estoy sola ¿vamos a tomarnos una cerveza? ¿Quieres ser mi amiga en estas Jornadas? Tengo esta duda, ¿podrías

Echándole cara y perdiendo la vergüenza fue como Candy y yo empezamos a seguirnos en las redes: pocas veces pudo hacerlo ella a mí; cientos y miles la busqué yo a ella. Hasta que hace unos pocos días se vino a casa con una compañera de batallas. A la vez que cerveceamos, charlamos. Las tres coincidimos que las prisas, a veces los prejuicios, nos impiden conocer a las personas que nos rodean. Y me hablaron de un centro en el que se procuraba identificar las habilidades de cada uno de sus profesionales iniciando un trapicheo con lo que cada uno podía aportar a cambio de lo que pudiera necesitar; algo parecido a un trueque en el que todos salían ganadores. Vamos, empezar con el menudeo ¡hasta llegar al giganteo!

Tres o cuatro días después de esta visita me preguntó mi niño qué me veía haciendo dentro de diez años.
-”Aich, es que no lo sé.” Le dije.
-”¿Y dentro de cinco?¿El año que viene?”
Con todos los proyectos en los que me embarco, los sueños que planeo, con todos y muchos otros que callo, … y no sé dónde me puedo/quiero ver, aggg. Menuda amargaera he tenido el resto del día, menos mal que me tenía cerca a Sonia. Ella me ayudó a reconocer lo que quería ser/estar.

Dentro de diez años, dentro de cinco y dentro de un año (voy a empezar ya) me veo feliz. Seguiré tomando decisiones, poniéndome metas, haciendo amigos, saboreando mis momentos y disfrutándolos; ya sea en modo «redactando», haciendo punto de cruz o escribiendo sobre mí. Eso es, ¡ya me voy viendo feliz!

Guadix, donde la tierra te abraza, a 31 de agosto de 2022

Maite

http://sepie.es/

http://www.creandyy.com

Refuerzo Estival del 2020 en el CPR Monte Chullo

PD: Veinticinco meses hemos atrasado el vernos, ¡pues tampoco son nada! Agradecida a las coincidencias de la vida, a esos encuentros casuales que si no se convierten en fundamentales, sí que se convierten en importantes. Cada vez más consciente de la importancia de mantener viva la chispa de la vida con planes que me permitan sumar gente que me ayuden a crecer, gente a la que pueda aportar.

No quería atrasarme en el relato de este crecimiento, pero publico y apago porque estamos en feria. Miguel Ríos NO vuelve a Granada. ¡NO! Miguel vuelve en un rato a Guadix. Los rockeros nunca mueren ni a los que morimos por bailar sus melodías nos crujen los huesos, jejejeje

Proyectando para el próximo curso.

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VIIIDXCV–XXVII

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