Lectura divertida
La lectura es uno de los aprendizajes instrumentales vitales durante la etapa escolar. Es así porque una vez que sabemos leer podemos adquirir nuevos conocimientos, podemos acceder a la información, relacionarnos con nuestro entorno…Sí, es cierto que también incluyen otro tipo de lenguajes, no sólo el escrito, porque recordemos leer es interpretar y comprender mensajes escritos, porque podemos aprender por el canal visual, auditivo, táctil… Pero para poder leer lo que ahora mismo estoy escribiendo necesito decodificar sílabas y palabras, y eso implica un aprendizaje.
Dicho aprendizaje se desarrolla en la escuela, se empieza en la etapa de infantil con el reconocimiento de las letras, la asociación de un sonido, para posteriormente agruparlos fonéticamente y así poder leer sílabas, palabras y frases. No obstante, y sobre todo en las edades iniciales, cuando toca unir sílabas para formar palabras y palabras para dar sentido a una frase suelen cometer errores, que podemos corregir, pero pueden perder la motivación inicial que la lectura permite acceder a tu medio. ¿Qué hacemos entonces? ¿Repetir, repetir y repetir fichas de lectura? Os ofrezco dos alternativas para trabajar la lectura de forma divertida.
- La historia de Alvin donde necesitamos: un recipiente transparente, dos folios con palabras escritas o un folio y recortes de esas palabras, y algún ingrediente seco como sal, azúcar, pan rallado o harina en el que podamos introducir las manos, y un pincel (opcional). De este modo, podemos contar una historia por hacer más amena la actividad, ¿qué animal es el que esconde cosas? ¡Una ardilla! Pues nuestro amigo Alvin ha venido a la ciudad y ha perdido una serie de palabras, ¡vamos a ayudarle a buscarlas! Como estará todo tapado con el ingrediente seco, tendrá que ir buscando las palabras, que marcaremos o colocamos un pompón, para focalizar la atención y acabaremos cuando complete toda la ficha. Se puede poner más o menos palabras según las letras trabajadas, y utilizar el pincel permitirá trabajar también el gesto de la pinza, básico en las tareas de escritura. Y, en toda la actividad favorecemos la atención, percepción, coordinación óculo-manual…
- ¡Nos vamos a la feria! Lo hemos llamado así porque en esta actividad vamos a tener tantos círculos y colores que no sabremos si estamos en la feria o buscando letras. En esta actividad recomiendo pensar una serie de palabras, y a cada letra le vamos a asignar un color. Posteriormente, cada color será un círculo y realizaremos la secuencia de color según la palabra resultante. El niño/a tendrá que ir buscando para completar la palabra. Tendrá tantas letras como círculos hayamos puesto y finalmente podrá leerla por completo. Para niveles iniciales de lectura aconsejo, pocas palabras o pocas letras para favorecer la atención y que no se aburran en el intento, y en niveles más elevados quizás si podamos combinar colores y ya entra en juego la lectura de palabras correctas o inventadas, por ejemplo, ¿cómo sería, o podría ser igual escribir “gato” que “gatu” si ponemos la o y la u con el mismo color?
Si los ponéis en práctica, contadme qué os han parecido.