¡ Rumbo a Cáceres y Mérida!
El día 5 sábado a las 5.30 horas dimos comienzo a nuestro tradicional viaje, este año a Cáceres y Mérida.
A mitad de camino, hicimos una parada para desayunar y comer nuestro típico rosco porcunense. A las 11 de la mañana nos esperaba nuestro guía, con el cuál nos dirigimos a la Plaza Mayor para dar comienzo a nuestra visita ya que es el centro neurálgico de la ciudad, uno de los principales atractivos de Cáceres.
La parte oeste está rodeada por soportales del siglo XVI y, en cada uno de ellos se agrupó un gremio de comerciantes y artesanos en al Edad Media. Se puede ver el «El Portal de los Plateros», el «Portal de los escribanos» o, entre otros, «La Botica»… Es una zona con multitud de restaurantes, una plaza en la que se celebran varios eventos. En nuestro viaje tuvimos la gran casualidad de coincidir con las «Fiestas Jato», con lo cuál estaba lleno de STAND con talleres, artesanía, desfiles de trajes regionales y romanos…
Pudimos pasear por su casco antiguo, comentábamos que era comoviajar por el tiempo; es retroceder a la época medieval y sentirse inmerso en un escenario de película, con majestuosos palacios como el de Carvajal o el de los Golfines, sus casas señoriales, el «Arco de la Estrella», el pintoresco barrio de San Antonio y sus calles empedradas, en definitiva, una ciudad maravillosa.
A las 14:00 horas comimos y pusimos rumbo a Mérida al hotel y tener la tarde-noche libre. A las 9.30 horas del día 6, nuestro guía Rafa estaba ya dispuesto a enseñarnos la pequeña ciudad de Mérida, cuya peculiaridad, es que al ser un museo al aire libre, la puedes visitar paseando. el atractivo turístico de mayor calado es su teatro romano, fue construido en el siglo I a.C, actualmente, sigue acogiendo teatros clásicos y conciertos que tienen una magia especial debido a su histórico e impactante marco. El escenario, con sus columnas y estatuas, es majestuoso. En la parte posterior del teatro hay un jardín fortificado para dar un agradable paseo entre restos de columnas.
El anfiteatro donde se celebraban los combates, entre gladiadores y animales en tiempos de los romanos, con capacidad para 15.000 espectadores lo que mejor se conserva son las gradas bajas que bordean la arena de forma elíptica. Además, de las galerías que conducen al espacio donde se realizaban las batallas.
«El Templo de Diana», monumento emblemático que te encuentras paseando por la ciudad, datan su construcción a finales del S.I a.C, es el único de carácter religioso. Cuentan con portentosas columnas y su frontal rematado por un arco de medio punto. Diana era la diosa del parto. El «Arco de Trajano» y la «Loba Capitolina» que se encuentra en lo alto de un pedestal contemplando el paso del río Guadiana en el que está el puente romano, construido por el emperador romano a finales del primer siglo, está compuesto por 70 arcos de medio punto, tiene casi 800 m de largo y 12 de alto en los puntos más elevados, es un puente cerrado al tráfico y, por el cuaa pasear es todo un placer. Después de la comida y el café pusimos rumbo a Porcuna. Un viaje lleno de risas y anécdotas, en el que dimos las gracias por acompañarnos a Miguel y a Dori y a Manuel nuestro conductor.
