El CEIP Antonio Machado se enriquece con su formación en Finlandia

El CEIP Antonio Machado de Málaga, está inmerso en un proyecto europeo de Erasmus+ KA1, de formación del profesorado en el exterior.
En esta ocasión le ha correspondido a la coordinadora de dicho proyecto, Fredesvinda García, asistir a un curso que ha tenido lugar en Helsinki del 17 al 23 de abril junto con profesores de 14 nacionalidades europeas.

Dicho curso ha consistidos en varios seminarios en la Facultad de Pedagogía. El primero de ellos trató sobre el sistema educativo en Finlandia. el segundo corrió a cargo de dos profesoras de primaria y secundaria que presentaron el método KiVa finlandés, un programa sobre el acoso escolar que está dando unos resultados muy satisfactorios.
Después de dos días de intenso trabajo en la universidad, el curso consistió en la visita a tres centros educativos en diferentes partes del país:  Jakomäki, (noreste de Helsinki), Valkakosken (en Támpere al norte del país) y Meritorin Koulu (en Espoo). Las visitas resultaron muy interesantes puesto que permiten conocer otra dinámica, a una concepción diferente de la educación. El director de uno de los centros comentaba: “Aquí no hay castigos. Un mal comportamiento se reflexiona. El concepto de trabajo mal hecho o de error tampoco existe, sólo se puede mejorar, pero todo es válido”.
Esta dinámica de trabajo permite que los alumnos puedan salir y entrar de las aulas libremente, o bien ocupar espacios comunes para reflexionar entre ellos. Es habitual ver alumnos sentados en el suelo en los pasillos. En algunas clases, alumnos de ciertas necesidades educativas tienen perros, puesto que esto favorece un ambiente de trabajo más relajado.
Otro detalle que llama la atención es la importancia que se le da a las áreas de plástica, Música y Educación Física. No existe la inspección educativa “no necesitamos que nos inspeccionen, cada uno sabemos lo que tenemos que hacer”, comentan los profesores. En definitiva, la educación está casi exclusivamente en manos de los docentes. Confían en ellos, reduciendo considerablemente el trabajo burocrático en favor de una mayor dedicación a los alumnos.
Otro detalle que llama mucho la atención es que los alumnos van solos a la escuela, es muy raro que los padres los acompañen. Van en bicicleta o bien utilizan el transporte público. Los niños tienen mucha autonomía y libertad, desde estar descalzos en la escuela o sentarse en vez de en una silla convencional, en una pelota enorme de plástico, para los alumnos más inquietos.
Una de las cosas que hacen más hincapié es en el trabajo de las emociones y el acoso. En la mayoría de los centros siguen el proyecto KiVa. Los alumnos dramatizan situaciones que pueden ocurrir en la realidad del colegio, como por ejemplo que se rían de algún compañero o que lo insulten y a partir de esa escena se plantean, con la ayuda del profesor, como resolverla.
La profesión de educador es la más valorada en Finlandia y como tal se les apoya.