CORRESPONSABILIDAD: TAREAS DEL HOGAR Y COEDUCACIÓN.
¡Es tarea de todos y todas!
En el mundo de hoy, donde aspiramos a un futuro más igualitario y equitativo, es esencial abordar de manera directa y efectiva el tema del sexismo y los estereotipos de género que habitualmente han influido en el reparto de tareas en el ámbito doméstico. Durante generaciones, hemos sido testigos de cómo se han asignado roles y responsabilidades en el hogar en función del género, creando expectativas y prejuicios arraigados en la mente de nuestros hijos y/o hijas. Desde la creencia de que las niñas son naturalmente “mejores” para las tareas domésticas hasta la idea de que los niños no deben involucrarse en ellas, estos estereotipos han perpetuado desigualdades y limitaciones para todos.
Durante esta semana y con motivo del Día de Las Familias, llevaremos a cabo actividades encaminadas a la reflexión, conocimiento y participación en nuestro centro escolar sobre la corresponsabilidad.
Como padres y madres, también tenemos el poder y la responsabilidad de cambiar esta narrativa fomentando la coeducación y la corresponsabilidad, creando un ambiente familiar donde todos los miembros, independientemente de su género, se sientan valorados y capaces de contribuir de manera equitativa.
A continuación, os proponemos una lectura para reflexionar sobre el tema, así como consejos para abordar la corresponsabilidad desde casa.
Reflexiona un momento
Promover la igualdad de género a través de la educación en el hogar y la distribución equitativa de las responsabilidades en la familia implica adoptar la corresponsabilidad desde el seno de la familia. Esto significa cambiar la actitud de “ayudar” por “compartir” las responsabilidades en el hogar. Por ejemplo, en lugar de decir “me ayuda a limpiar”, se trata de decir “compartimos la limpieza”. Este enfoque promueve la colaboración equitativa en todas las actividades familiares y refuerza la igualdad de género en el hogar. Si quieres promover la corresponsabilidad libre de sexismos en casa ¡vamos a ponernos en marcha!
¡Nos ponemos en marcha! Primeras acciones
No debemos asignar responsabilidades en función de si es niña o niño sino que, a partir de los 3 años aproximadamente, podemos iniciar gradualmente la enseñanza de compartir las tareas domésticas a medida que los niños y niñas vayan creciendo. Esto puede comenzar con la responsabilidad de recoger sus propias pertenencias y juguetes, así como mantener ordenada su habitación. A medida que crezcan, pueden participar en tareas familiares comunes, como poner o quitar la mesa. De esta manera, les estamos enseñando a compartir las responsabilidades del hogar y a que se sientan parte integral de la familia.
Otras acciones a tener en cuenta
1 Desafiar los estereotipos y roles de género. Podemos apoyarnos en escenas vistas en anuncios publicitarios que representen escenas sexistas podemos preguntarles, ¿crees que es justo o igualitario?
2 Los padres y madres podemos ser modelos a seguir para nuestros hijos y/o hijas en términos de igualdad de género. Muestra cómo se pueden compartir las responsabilidades y tomar decisiones juntos.
3 Debemos detallar todos los trabajos domésticos, incluyendo las tareas diarias y las más ocasionales, para que en el reparto de tareas podamos indicar qué nos gusta y/o qué nos motiva más, teniendo en cuenta que las habilidades resultan de un aprendizaje al cual pueden acceder tanto niños como niñas.
4 Las tareas “no se hacen bien la primera vez”, hay que dar tiempo para el aprendizaje y si nuestro hijo y/o hija se equivoca, animarles a continuar sabiendo que la próxima vez se hará mejor. Enfadarse y decir, “no sabes; déjalo, lo hago yo”, es un error.
5 Trataremos de asegurarnos de que todos los miembros de la familia realizan cada una de las tareas de forma rotativa, dependiendo de su edad y capacidad.
6 Distribuiremos las tareas del hogar de manera equitativa entre todos los miembros de la familia, independientemente de su género. Esto incluye las tareas de limpieza, cocina, lavandería, cuidado de los menores y otras responsabilidades.