«—Ahí está la cosa, amiguito —dijo fatigadamente— […] helábamos aquel agua caliente tan endiabladamente aprisa que el hielo quedaba tibio todavía!»
El origen del «hielo caliente»

«—Ahí está la cosa, amiguito —dijo fatigadamente— […] helábamos aquel agua caliente tan endiabladamente aprisa que el hielo quedaba tibio todavía!»