
«Para significar imposibilidad o incongruencia, Virgilio habló de encastar caballos con grifos. […] Con el tiempo, la locución «Cruzar grifos con caballos» llegó a ser proverbial; a principios del siglo XVI, Ludovico Ariosto la recordó e inventó al Hipogrifo.
Águila y león conviven en el grifo de los antiguos; caballo y grifo en el Hipogrifo ariotesco, que es un monstruo o una imaginación de segundo grado».
Texto: BORGES, Jorge Luis. El libro de los seres imaginarios. Barcelona: Bruguera, 1986, p. 118.
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