
Al observar un pequeño manga con detenimiento, acercándolo a la cara con la avidez lectora de un adolescente, se pueden apreciar detalles ínfimos del dibujo a tinta que se han impreso con muchísima calidad.
Pero… ¿cómo se consigue una definición tan impactante? La técnica consiste en emplear imágenes de 1 bit —en vez de imágenes en los modos Escala de grises o CMYK—, y resoluciones efectivas por encima de los 1.200 ppp. Solo este tipo de imágenes pueden sacar partido a la definición máxima que ofrecen las imprentas offset en las tintas sin tramar, generando impresiones tan nítidas como los dibujos vectoriales.