¿Y QUÉ HAGO ANTE LA LUZ?
Cuando casi toda España inicia la fase 2, los de Graná empezamos la fase 1. Y bueno, a mi me da alegría a la vez que me produce vértigo.
Quiero decir, abriremos las puertas a los amigos de nuestros niños, a nuestros amigos, y a mis hermanos a los que echo de menos. Pero como soy una melodramática al 50% (algunos de mis hermanos dirían que al 70%), no sé si lo que hemos ganado en más de dos meses de enclaustramiento se puede ir al garete y, bfffff, me echo a temblar. Puedo dar la apariencia de ser una persona decidida y fuerte, pero en mi fuero interno tengo la fortaleza de la gelatina. Hasta hace poco tiempo este secreto mío solo lo conocían unas pocas personas, así que shssss!!
Para compensar, mi otro 50% (o 30% según lo vea yo o lo vean mis hermanos) se corresponde al espíritu de una locatis insensata y con ganas de comerse el mundo. Así que ya os podéis imaginar el trastorno por el que paso cada día, jajaja.
Dicotomía de pensamiento al que no hago ni pxñxtxrx caso por la falta de tiempo que gobierna mi vida. Y esta segunda manera de ser es la que gana la batalla a veces, y es la que más feliz me hace porque me hace sentir fuerte, cojo carrerilla y me alejo a toda pastilla de la trágica visión de la vida que a veces me nubla,jajajaja, puaffff
¿Seré ambivertida y por eso abro las puertas de mi casa al tiempo que inicio una lucha interna que me produce un rechinar de dientes que se extiende por todo mi yo? Mmmm, no sé.
No sé si os habéis alojado en alguna ocasión en una casa-cueva. En la comarca de Guadix hay muchos alojamientos trogloditas que ofrecen una alternativa al turismo de masas. Os lo aconsejo: en invierno sus estancias son cálidas y no te “atepece” salir y en verano son fresquitas y quieres quedarte dentro. Y como no entra ruido exterior, la sensación de aislamiento y descanso pasa a ser no comparable.
Entrar en una casa-cueva, dejar la puerta entreabierta y encaminarte a uno de los dormitorios; meterte en la cama y apagar todas las luces, asomar los ojos por encima de la manta y ver la luz que entra… puede que te produzca sentimientos encontrados: volverte a tapar y quedarte dentro, o alejar la colcha de un manotazo y dirigirte hasta la salida, aunque sea a tientas.
Durante dos meses me he quedado dentro, y ahora que nos dan la oportunidad voy a cambiar mi 70 indeciso por un 30. Y voy a hacer crecer el 30 arriesgado hasta llegar al 70. Saldré de la cama alejando la colcha con un golpe de brazo. Y tanteando las paredes me llegaré a la calle para disfrutarla.
Todo eso, sin dejar de mirar de reojo al SEPIE.
Maite
PD= Lavándome las manos fecuentemente, claro.
http://www.sepie.es/coronavirus.html
https://guadix.es/turismo/donde-dormir-guadix/alojamiento-cuevas/
https://www.cuevastiotobas.com/
http://www.cuevasblancas.com
https://www.facebook.com/torcuato.fandila?ref=bookmarks
Estaba deseando leer esta entrada tuya al blog.
Últimamente esos pensamientos a mí también me reconcomen, ¿Seremos capaces de seguir respetando que la curva no crezca? Seguro que podemos aprender a llevar mascarillas y guantes y a tener mejor higiene.
Sal a andar, y bébete una cerveza ( si no te sientes cómoda para bebertela con tus hermanos, tómatela en casita con los tuyos!!) o dos. Jiji
Espero que pronto nos sorprendas con más entradas como esta. Yo echo mucho de menos las casas cueva de Guadix.
Un besito.
Gracias, es que me crezco con seguidores fieles como tú.
Seremos capaces porque somos animales de costumbres aunque, a veces, nuestro animal dominante sea el asno.
Nos veremos pronto, no lo dudo.
Otro para ti.
Estoy segura de que lo vas a hacer genial, nadie nos ha preparado para esto y todos estamos aprendiendo del acierto y error. Hay que hacer caso a las autoridades y seguir teniendo ese «miedo» que en cierta parte es bueno que tengamos.
Me ha encantado tu post,
xoxo
Gracias Rosa
Esta noche voy a tope de cansancio, así que tus ánimos hacen mella y me voy a dormir más animada.
Espero que todos los posibles, y que seamos «todos», lo hagamos bien.
Rxbxnxtx!!!