ENCALLEJUELADOS

Coordinar proyectos Erasmus+ me supuso añadir un trabajo extra al de cada día: sumé ocupaciones y preocupaciones. Añadidas estas a algunas otras en ocasiones despistaron mi atención.

¿Sabes, esas noches en las que te vas a dormir y en vez de eso empiezas a dar vueltas en la cama dándole tareas a la cabeza, a los problemas y a sus encallejueladas soluciones?
Ainsss, los minutos que paso en vela se me hacen interminables.
¿El paso de las horas? Pffffff, eterno.
No hay manera ni de conciliar ni de resolver.

Pero encontré una solución.
La que a mí me sirve.
Te la cuento.

Cuando en estas me encuentro, empiezo revolviendo la memoria a corto plazo hasta comprobar si tomé café más tarde de la cuenta o si me salté la rutina del paseo diario. Si no fue un café a deshoras tampoco me voy a echar a la calle al empezar la madrugada buscando los pasos no dados cuando estamos en alerta por frío extremo; así que me toca luchar contra el abrazo embriagador de la cama, cojo una libreta y un boli o cojo el ordenador y empiezo a teclear. Algunas veces me salen palabrotas por la rabia y me dejo llevar porque con ellas se me escapan algunas sonrisas. Siempre será un buen comienzo empezar por sonreír y por qué no, reír tras juramentar. Cuando he recuperado el tono comienzo por hacer una lista de problemas y ¡madre mía! cómo fluyen las palabras, cómo se desbocan las preocupaciones y el malhumor.

Mientras tanto sigo con lo mío, dándome rienda suelta hasta no encontrar ningún otro apoyo a mi malestar. Resueltos dos tercios del trabajo me toca encontrar soluciones, algunas propuestas me suenan a chufla.
Jejejeje, me río y vuelvo a dejarme llevar; a los problemas les sumo guasa que para eso está la noche entrada y entregada yo a estos quehaceres. A las altas horas le resto seriedad.

No sé si por pasar las horas o por cambiar el color del cristal pronto empieza a vencerme el sueño y me entrego a los brazos de Morfeo. Tras gastar parte del tiempo de dormir en buscar y remediar, me levanto con la vista puesta en la siesta. Hmmmm, no hice cuentas, ni sumé ni resté; sí comprobé que al plantar cara a mis preocupaciones voy llenando mi mochila con una miaja de resolución y templanza; las llevo en la retaguardia. Me merece la pena.
Con vosotros, a la vuelta de unos días.

Guadix, donde la tierra te abraza a 22 de enero de 2022

Maite
http://sepie.es/
Evaluadores. Convocatoria 2021

PD: ¡Ay! Envío un fuerte abrazo a mis compañeras de fatigas, con las que me acompaño en proyectos y sueños. Si el viento sopla a favor me circunvalarán tres expertas. Yujuuuuuuu!! Hasta el 31 de enero por si tú te animas.
«Encallejuelados»: ¡Qué me gusta inventar! Cien giros o mil vueltas por callejones o callejuelas antes de darme por vencida.
Prefiero agotamiento por actividad que por exceso de sofá; aunque un ratico de no hacer ná, ni engorda ni enferma.
Debieron llamar la atención al contador y, después de unos días alocados, rondo de nuevo los seismiles.

__
VICIV + XLII