Desde 2017 soy la coordinadora Erasmus+ en mi centro. Esta experiencia me ha llevado a aprender nuevas rutas, nuevas formas de colaboración, a recordar calendarios de trabajo a los que no estaba acostumbrada, a defender la importancia de la proyección internacional de nuestros centros, a atender a la difusión y otras tareas. No hace tanto tiempo que empecé y, sin embargo, mirar atrás me produce vértigo.
Como coordinadora he aprendido mucho, algunos aprendizajes que no son repetitivos o que están espaciados en el tiempo los he ido olvidando. Y cuando olvido y tengo que volver a andar me sale la vena docente: soy consciente que marcar nuevos ritmos de trabajo que no son fáciles, pero que acaban siendo exitosos hay que compartirlos con lo que acabo compartiendo el camino que voy haciendo y los problemas con los que me voy tropezando. ¡Eso sí! Los problemas de la mano siempre de la solución que otros compañeros me pasaron o la que yo encontré.