Mi nombre es María Teresa y así era como normalmente mi madre se dirigía a mí cuando el día cogía un tinte complicado. Ahora este nombre quedó para el papeleo y la burocracia porque para el colegio me vestí de Maite, mucho más corto y fácil de recordar.
Nuestro colegio es beneficiario de la financiación de la Comunidad Europea desde 2017 y pensamos que la mejor manera para hacer difusión del crecimiento de nuestro centro, de nuestro profesorado y de nuestro alumnado (que incluso no saliendo, se benefician) podría ser a través de las páginas de este blog que se ha convertido en la mejor terapia que encontré para combatir el desánimo donde las entradas son cortitas y cercanas procurando no cansar al personal. Al escribir consigo engañarme o autoconvencerme que todo puede ir a mejor. No sé si engaño al tiempo, si me engaño a mí misma o si consigo engañar a otros. Sí aprendí, a lo largo de estos años, a evitar líos que aflojan la intensidad de mi trabajo, que restan fuerza a mi ilusión; aprendí a arrejuntarme a personas-líos que me hacen crecer. También, que a fuerza de mirar bien muchas cosas acaban derivando a mejor. .
Durante un tiempo publiqué una vez a la semana, actualmente alterno semanas con quincenas. Mi día preferido para publicar es el domingo porque puedo levantarme pronto y aprovechar mientras todos duermen para corregir. Cuando entro al blog me gusta comprobar el número de visitas que ha recibido cada una de mis publicaciones por eso uso los números romanos. Si me acerco a cien visitas en cada entrada, bailoteo como una posesa.
¿Y mi centro? El CPR Monte Chullo se encuentra en las estribaciones de Sierra Nevada, es el último pueblo de la provincia de Granada antes de entrar en Almería o el primero de Granada si vienes por la A92 desde Almería. Es un centro muy pequeñito con tres ubicaciones distintas: Dólar, Huéneja (donde se encuentra la sede) y La Huertezuela, anejo de Huéneja. El equipo que formamos es muy echado p’alante.
