CONTEXTO
La Comarca del Levante Almeriense está formada por un total de 13 municipios, y está cruzada de norte a sur por la Autovía del Mediterráneo. Entre sus pueblos se encuentran algunos de arraigado carácter turístico, como es Mojácar, y otros que en los últimos años se han sumado a la oferta de turismo tanto de sol y playa, como del llamado rural y de aventura. De las localidades del interior destaca la de Sorbas, también llamada Cuenca la Chica porque también cuenta con impresionantes casas suspendidas al borde de un barranco. Además, en su término se halla el Paraje Natural Karst en Yesos de Sobras, un enclave sorprendente y especialmente interesante para los aficionados a la espeleología. En su conjunto, esta comarca ofrece un sinfín de posibilidades para el ocio y la diversión, entre las que se encuentran, por ejemplo, las relativas a deportes como el senderismo, el golf, la hípica, la vela o el submarinismo.
Esta comarca es una tierra dónde el sol brilla con todo su esplendor y en la cual uno puede gozar de la playa durante todo el año mientras el resto de Europa sufre la época del año más inclemente climatológicamente.
Los ríos fluyen por sus tierras que desembocan en una costa plagada de playas y mecido por el sol consiguiéndose estampas que son el paisaje ideal para poblar cualquier hemeroteca que se precie.
Muchos pueblos de la antigüedad llegaron aquí buscando una tierra fértil en la cual continuar sus vidas y que en la actualidad son un reclamo turístico por lo cuidado y soleado de sus playas y lo hermoso de sus paisajes.
En su paisaje humano el viajero encontrará calidez y hospitalidad por parte de sus gentes. Unas buenas comunicaciones con el resto de la provincia, Andalucía y el resto de España hace que sea tremendamente fácil el llegar a esta comarca.
Los vestigios arqueológicos del Levante almeriense provienen de los principios de la historia, concretamente del paleolítico, de cuyos restos la Cueva de la Zájara I y II son vivos ejemplos. Esta tierra ha sido también origen de grandes culturas que se desarrollaron en la península ibérica, como la cultura El Argar y también de viajeros, que por vía marítima, caso de los fenicios, llegaron a sus costas.
Fue el siglo VIII de nuestra era el que vio desarrollarse la factoría fenicia de Villaricos que se ha convertido en uno de los yacimientos más importantes de la provincia. Sobre esta primera cabeza de playa se ubicó la destacada, por su prosperidad, ciudad púnico – romana de Baria. Los íberos, cartagineses y romanos fueron los antecedentes de los musulmanes, pueblo que llevó a estas tierras a las máximas cotas de desarrollo durante la edad media.
Muchas de las características que tiene hoy la provincia fueron promovidas por los habitantes de la antigua Al – Ándalus y todavía perviven en la arquitectura, la toponimia y la tendencia al agrupamiento disperso de las casas, proveniente de las antiguas alquerías musulmanas.
Con la llegada de la edad moderna la franja de costa se pobló de construcciones militares que tenían como función hacer frente a la amenaza de los berberiscos. Cuando las costas de nuevo comenzaron a ser seguras se produjo un desarrollo económico sin precedentes debido al impulso de la minería de la que existen muchos restos en la comarca. En la actualidad es una comarca que pervive pujante gracias al turismo y la agricultura.
Sus municipios son, Antas, Bédar, Carboneras, Cuevas de Almanzora, Garrucha, Huércal Overa, Los Gallardos, Lubrín, Mojácar, Pulpí, Sorbas, Turre y Vera.
De estos pueblos sólo seis forman el Centro de Educación Permanente BAREA: Garrucha, Los Gallardos, Mojácar, Sorbas, Turre y Vera.