PASO III: SELECCIÓN DEL EVAPORADOR

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FACTORES A TENER EN CUENTA

El proceso de selección de un evaporador es complejo, ya hay que tener en cuenta multitud de factores, alguno de los más importantes son los siguientes:

  • Sistema de circulación del aire: existen evaporadores de dos tipos, de circulación natural o convección natural y los de convección forzada.
    • Los evaporadores de convección natural no incorporan ventilador y están diseñados para hacer circular el aire por la cámara gracias a las corrientes de convección que de forma natural se crean con la diferencia de temperaturas en el aire. Como podemos intuir las velocidades de circulación del aire son bajas lo que implica que los productos tienden a secarse menos. Por la misma causa, el intercambio de calor va a ser pequeño por lo que el rendimiento de este tipo de evaporadores es menor que los de convección forzada siendo por lo tanto, a igualdad de potencia, de un tamaño muy superior a los que incorporan ventilador. Con estas características este tipo de evaporadores se utilizan en cámaras pequeñas para productos sensibles a la desecación como carnes sin envasar, verduras, hortalizas y frutas.
    • Los evaporadores de convección forzada, incorporan un ventilador que obliga a pasar el aire de la cámara a través de las aletas de su batería. Esto permite que el intercambio de calor sea muy intenso, teniendo un rendimiento muy superior al de convección natural y un tamaño, a igualdad de potencia, mucho más compacto. Como inconveniente podemos resaltar que resecan más los alimentos ya que la velocidad del aire dentro de la cámara es mayor. Esto hay que tenerlo en cuenta cuando se trate con productos sensibles a la desecación; en este caso la solución es trabajar con un bajo DT o introducir los productos en envases que impidan la pérdida de agua del producto. Este tipo de evaporadotes son los más utilizados en instalaciones de mediana y gran potencia.

 

  • Tipo de aplicación: Según el tipo de recinto refrigerado, el uso, la forma, la potencia, etc. Tenemos en el mercado un amplio abanico de posibilidades a la hora de elegir un evaporador. Basta mirar el catálogo de cualquier fabricante para darnos cuenta. Es importante saber elegir el adecuado para nuestra instalación, esto permitirá que la distribución de las temperaturas sea homogénea y la velocidad de circulación del aire la correcta en todo el recinto refrigerado. A continuación se enumeran algunos de los que podemos encontrar en el mercado:
    • Evaporadores cúbicos: se suelen instalar en el techo o la pared. Son muy utilizados en cámaras industriales de mediana y gran potencia.
    • Evaporadores de techo de doble flujo: apropiados para salas de trabajo, salas de despiece, etc.
    • Evaporadores murales para pequeñas cámaras.
    • Evaporadores de plafón para pequeñas cámaras.
    • Evaporadores de techo de flujo inclinado para cámaras comerciales.
    • Evaporador con ventilador centrífugo para distribución por conductos.
    • Evaporador de baja velocidad para productos sensibles a la desecación.

En cualquier caso todos los fabricantes nos indican la aplicación de cada uno de sus modelos de evaporador.

 

  • Separación de las aletas: Otra de las cosas a tener en cuenta a la hora de seleccionar un evaporador es la separación que tienen las aletas de la batería. El elegir una separación u otra depende de si se va a formar escarcha en el evaporador y la velocidad de formación de la misma. La capa de escarcha formada sobre las aletas va aumentado de grosor con el paso del tiempo y si estas están muy juntas el evaporador quedará atascado de hielo muy rápido impidiendo la circulación de aire y con ello la transmisión de calor, siendo necesarios ciclos de desescarche muy frecuentes.
    En el caso de que no sea previsible la formación de escarcha en el evaporador (temperatura de evaporación superior a 0ºC) podemos recurrir a evaporadores con menor separación entre sus aletas (3 – 4 mm). En el caso de que se prevea la formación de escarcha es preciso aumentar el paso entre aletas (4,5 – 6 mm para instalaciones de conservación con temperaturas de evaporación bajo cero y 7 – 10 mm para aplicaciones conservación de congelados y 12 mm para  congelación). Normalmente el fabricante indica la separación de aletas y si el evaporador es para conservación o congelación.

 

  • Sistema de desescarche: En el caso de que el evaporador necesite descongelación, es preciso tener en cuenta el sistema de desescarche que se quiera utilizar. Existen fundamentalmente tres:
    • Circulación de aire por el evaporador: se aplica a cámaras pequeñas cuya temperatura de evaporación está cercana a 0ºC.
    • Por resistencias eléctricas: es el sistema más utilizado en instalaciones comerciales e industriales de mediana potencia. El fabricante suele indicar si el evaporador lleva instaladas las resistencias y la potencia de las mismas.
    • Por gas caliente: muy utilizados en instalaciones de evaporación múltiple e industriales.

 

SELECCIÓN DEL EVAPORADOR

Este proceso consiste en determinar el modelo de evaporador que mejor se adapta a las características de nuestra instalación. El modelo se debe elegir a partir de las tablas que figuran en los catálogos de los fabricantes, ya que es aquí donde
aparecen todos los parámetros y factores de corrección que nos va a permitir decidir cuál el más adecuado. Cada fabricante edita sus propias tablas de selección y suelen ser diferentes entre un fabricante y otro, por lo tanto lo importante es
quedarse con la metodología general que se va a explicar a continuación, para posteriormente ser capaz de utilizar de forma adecuada la diversidad de tablas y ábacos de selección que podemos encontrarnos. Como en el caso de la selección
de compresores, algunos fabricantes han desarrollado programas informáticos para selección de evaporadores que hacen más fácil la tarea.

Como ya sabemos, el primer elemento de la instalación que se debe calcular y seleccionar es el compresor y hay que procurar que el evaporador tenga su misma potencia frigorífica. De lo contrario el sistema quedará desequilibrado y el funcionamiento de la instalación no será el más correcto.

Supongamos que el compresor está bien seleccionado pero el evaporador elegido no tiene la misma potencia frigorífica. En ese caso cuando la instalación comience a funcionar se va a “autorregular” y podemos encontrarnos dos situaciones:

  • Si el evaporador es de menor potencia que el compresor, cuando durante el funcionamiento se alcance el equilibrio, el DT de trabajo de la instalación será mayor del previsto y esto implica que la humedad relativa será más baja de lo deseable desecándose un poco más el producto.
  • Si el evaporador es de mayor potencia que el compresor, pasará exactamente lo contrario, corriendo el riesgo de que aparezcan hongos, mohos, carnes pegajosas, etc.

Es difícil encontrar un evaporador que proporcione la misma potencia que el compresor, lo que hay que hacer es seleccionar el que más se acerque y comprobar que la humedad relativa que se va a desarrollar en la cámara con el par compresor–evaporador seleccionado no difiere mucho de lo previsto en las condiciones iniciales.

 

Podemos ver un ejemplo de selección de evaporadores en este enlace.

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