No aferrarse a lo conquistado

No hacerse fuerte en plazas conquistadas. No labrarse un sepulcro en el oficio, ni en la condición social, ni en el aferramiento a ideas o creencias…
La vida es la ocasión para un experimento: no es apto quien, manos en el arado, mira hacia atrás, pero tampoco quien se estanca en los terrones.

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