IGUALDAD

Hoy en día existe una problemática respecto a la violencia de género y es desde la escuela donde se debe comenzar a trabajar en la consecución de unos valores que fomenten el respeto y la igualdad entre hombres y mujeres.

La escuela debe preparar un itinerario formativo que facilite el desarrollo de cada individuo, hombre o mujer, en todas sus dimensiones, que trabaje activamente y de modo transversal para la superación de prejuicios y estereotipos sexistas.

La familia y los centros educativos son agentes sociales imprescindibles para la transmisión de valores como el respeto y la igualdad entre hombres y mujeres. A la vez desempeñan una función crucial en la compensación de desigualdades, como las que provienen de prejuicios sexistas y que pueden incidir en el desarrollo de las niñas y los niños desde su infancia.

Ya que la familia y los centros educativos facilitan modelos de conducta, la sociedad pide a toda la comunidad educativa su implicación en la transmisión de una educación que promueva la igualdad, el respeto mutuo, la colaboración y el trabajo en común, sin olvidar que las diferencias entre los sexos son enriquecedoras y que la igualdad no es la eliminación de las diferencias, sino la eliminación de toda discriminación a causa de esas diferencias.

La escuela debe:

  • Transmitir un estilo de vida libre de prejuicios y de estereotipos machistas.
  • Inculcar una actitud crítica en nuestro alumnado que les permita actuar ante mensajes no igualitarios.
  • Conseguir en nuestros alumnos y alumnas una conducta responsable y democrática que no tolere discriminaciones.
  • Establecer relaciones sociales que se fundamenten en el respeto mutuo y en la igualdad de derechos y oportunidades.
  • Incorporar las competencias y conocimientos necesarios para que alumnas y alumnos se eduquen en la corresponsabilidad y se hagan cargo de sus actuales y futuras necesidades y responsabilidades relacionadas con el trabajo doméstico y el cuidado de las personas.

Desde hace varios cursos en nuestro centro la línea fundamental que inspira el Plan de Igualdad es la de preparar a los alumnos y alumnas para participar activamente en la vida escolar, familiar, social, laboral y cultural.

Educar significa promover el desarrollo integral de las personas, por lo que resulta necesario favorecer ese valor entre el alumnado para superar las limitaciones impuestas por el género a través de un trabajo sistemático de la Comunidad Educativa.

Ese reto es el que nos proponemos, un curso más, a través del  Plan de Igualdad entre hombre y mujeres.