Llegó el gran día. Después de prepararnos durante unas semanas, acercándonos al arte de Violeta a través de sus libros e ilustraciones… Violeta llegó y nos metió en un abrir y cerrar de ojos dentro de su mundo maravilloso y amable. Lo hizo de una manera muy sencilla, colorista, tranquila, empática y cercana. De una manera cautivadora, que es la que emplea para compartir su sabiduría y su humanidad.

Violeta habla con la suavidad del agua que fluye tranquila. Su arroyo debe nacer justo encima de sus chispeantes ojos. Quizá debajo de su elegante y sobria boina francesa. El agua tranquila va bajando hasta que llega a sus manos. Con ellas rasga con método la cartulina y el papel de mil clases con el que construye lo que va imaginando. Mientras tanto, nos va contando también su proceso creativo. Y su río sigue fluyendo. Rasga y rasga, y pega aquí y allá. A veces hace algún trazo final, siempre contando… Pero sobre todo, muestra. Así enseña la Maestra Violeta: mostrando.

Los niños y las niñas están pendientes de su acuático encantamiento. Atienden al proceso creativo de la autora. Escuchan y levantan la mano. Aprenden a imaginar, aprender a respetar, aprenden a confiar en sí mismos… ¿Se puede pedir más? Sí. Esos personajes mágicos que nacen durante la charla, paso a paso y que, al final, dejan un poco de la magia de Violeta en este colegio para siempre. Porque Violeta es una artista muy generosa.

Si siempre quisimos hacer saber a nuestro alumnado qué es eso de ser artista… Artista es Violeta Monreal. Gracias por tanta generosidad, Violeta.

Imágenes: Ana Belén Gil Portillo

Descripción general de privacidad

Este sitio web utiliza cookies para que podamos brindarle la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en su navegador y realiza funciones como reconocerlo cuando regresa a nuestro sitio web y ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones del sitio web le resultan más interesantes y útiles.